En las mañanas claras
o en las tardes oscuras,
o en las noches claras
y las mañanas oscuras,
encuentro mi vereda
por la que ando
de a pasos lentos
saboreando el sinsabor
gustando del perfume
del aire fresco
o perfumando el aire
con mi aroma de lluvia
o lloviznando lento
dentro de mis adentros
o adentrandome en mí
para salirme fuerte...
En las mañanas oscuras
o en las tardes claras
o en las noches tristes
o en las felices siestas
donde el sabor de encanto
a veces desencanta
y donde la realidad palpita,
ahi me encuentro,
tratando de desenvejecerme
día a día,
tratando de crecer
y ser al menos
lo que pueda ser.
02/09/07
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3 comentarios:
Me alegro de volver a leer tus poemas, que como un trabalanguas nos traes hoy, y siempre llenos de ritmo.
Saludos.
Volver a abrir las páginas de tu blog y encontrar una cadena de sentimientos expresados con palabras salidas del corazón. Qué gusto! Un abrazote de osa y besotes, Eduardo.
de seguro que "serás" y estaras, un abrazo. Javier
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