La carne me corroe el pensamiento
desde las entrañas más profundas de mis neuronas,
y el placer navega por mis venas
y las venas me explotan de deseo,
y se me pierde el alma en el camino
pero camino igual,
con la pasión roja,
con la sucia mente inspirando algún poema,
con el estado crítico hasta de perderme,
pero luego me encuentro
sutil, frágil, efímero, inconstante,
tratando de entender este camino.
Me diste un cuerpo !!!!
¿Puedo Gozarlo?
¿Sin prejuicios, sin miedos, sin dudas?
Me diste un cuerpo, Dios, y
una grata manera de no comprender la vida
por eso llego a estos ratos
en que el pensamiento se cansa
de tanto andar de cuerpo en cuerpo,
se cansa de la angustia de ver rostros
malolientes que emanan depresión severa
y sinsabor,
se cansa de ser éste
que ansía
que alguna luz divina
le marque el verdadero sendero
de la verdad pura.
13/11/09

Nocturno de lluvia

Qué más da
que las gotas me mojen en esta noche fría!!!
Tengo dos soledades que amo y ninguna me espera.

¿Por qué me arde tanto la vida
abajo del frío que me hace y que atraviesa mi conciencia
y penetra hacia mis huesos hasta llorar miseria?

Tengo dos soledades que amo
¿por qué no puedo abastecerlas?

¡Quiero darte, soledad primera,
lo que nunca pude o
lo que nunca puedo !
y
¡Quiero darte, soledad segunda,
lo que no sé que se te ocurra pedir
y que no sé si puedo dar !

¿Por qué me duele tanto la vida en esta noche?
Es el aire húmedo, estoy seguro,
es esta gota que me resbala en la mejilla
y hace que me sienta muerto.
¡Qué más da si la lluvia me moja o reseca mis entrañas!
Tengo dos soledades que amo
y estoy tan solo en esta noche,
porque nadie me espera…

Veo caer fuerte las gotas de la lluvia fría
Y qué más da que me moje una vez más
si hoy es mi única compañía !
¡Quiero mirar desde arriba
lo que hay debajo…
…tengo dos soledades que amo
y quiero estar en sus sueños
acompañándolas,
y de seguro
estoy tan solo en esta noche
que tus húmedas gotas,
amiga lluvia,
son mi única compañía.
Lloremos juntos entonces
hasta secar y endurecer el corazón
como una piedra.

¡Estas dos soledades que amo
deben vivir felices, aunque yo no exista!


¡Quiero llorar contigo noche,
como esta lluvia,
que no importe me moje
porque es mi única, única, única, compañía!

Tengo dos soledades que amo
Y ninguna me espera.

¡Qué carajo la vida!

Si al final de cuentas
tengo dos soledades que amo
con mis tripas, con mi sangre perversa,
con mis garras más fuertes…
…dos soledades que amo
y ninguna me sueña.

Qué más da que me moje la lluvia
Si al final es mi única compañera !!!


16/06/11

Gotas de sangre

En cada gota de sangre
llevo un poema para darte.
Desgarraré mis venas
hasta sangrar mis letras
una a una
y de a chorros empaparte
y envolverte en gorjeos de ave
cada mañana de cada amanecer,
cada madrugada de cada noche
y por las tardes
atardecer en tu cuerpo
con el licor de mis arterias
para hacerte sentir
caliente
el verso que me brota en tí.
18/02/12

veanme tus ojos la piel, el cuerpo, el alma...

...me asiré despacio a tu escurridiza mirada
me miraré desde tí
por descubrir qué ven tus ojos de mi cuerpo
por descorrer el camino andado
de tu mirada sobre mi...
me asiré despacio a tu mirada
quizás me vea amante
quizás te vea amarme...
10/02/12

...girondo

Mirarnos, tocarnos,
ofrecernos, tomarnos,
acariciarnos, sentirnos,
lamernos, saborearnos,
explorarnos, satisfacernos,
deleitarnos, sabernos,
calentarnos, reírnos,
afirmarnos, rozarnos,
apretarnos, abrazarnos,
olernos, acurrucarnos,
... respirarnos,
estimularnos,besarnos
…amarnos
así raudamente
penetrarnos
en el infinito padecer de nuestros cuerpos
y en la unión de la piel
al paraíso.
15/02/12

A tí

Sabes que siempre te he deseado
y hoy
te deseo más que nunca !!!
Me obnubilo en el sueño
de tu aroma
a nada
y me pierdo
entre la grácil sensación de tu presencia.
El silencio quizás,
quizás lo efímero del cuerpo,
quizás las ganas de que me escabullas
dentro tuyo
ausente
puramente ausente.
Nunca te he temido
y siempre te he deseado
y hoy
te deseo más que nunca !!!
¿cómo te llamo?
¿cómo me llamas?
sólo sé que hoy
te deseo más que nunca !!!
28/01/12

Hoy me desnudo

Hoy me desnudo y será la última vez que así lo haga.
Comenzaré primero por quitarme los zapatos,
aquellos que protegieron mis plantas
de las rugosidades del suelo
llevándome a lugares reales
y a veces de sueño.
Seguiré por las ropas
para mostrarte mi cuerpo
para que lo recorras poro a poro
con tus ojos en mi esencia.
Quitaré la sonrisa de mi rostro
para quedar mi tristeza
y la acompañes
y
de mi vaga mirada
no nacerá ningún brillo.

Me quitaré milímetro a milímetro la piel
quedando al descubierto en músculos sangrantes
ante ti
para que puedas ver lo rojo de mi pasión,
entremezcladas mis venas
que iré quitando, de a poco,
junto a la carne que cubre mis huesos.
Mis órganos más internos
quedarán a tu alcance.
Verás cómo me late el corazón y el cerebro
a causa tuya
y los iré quitando
para que veas mis huesos fuertes para amarte y
sostenerte,
duros,
Y los iré despegando
de a uno
sin prisa
para que comiences a vislumbrar
lo que queda de mí.
Y cuando esté sin ellos
estaré yo ahí,
frágil, temeroso por no tener nada que me cubra,
pero ahí estaré a la espera
que encuentres mi ser sin límites
sin sensaciones
sin pasión,
sólo admirando tu mirada a que me descubra.

Hoy me desnudo
y eso que
queda ante ti
sin caretas y sin ropas,
sin cuerpo,
es lo tuyo
lo que te pertenece.
Es mi alma, toda entera para ti.

25/01/12

Mi ventilador de techo te nombra

Esta mañana el ventilador de techo repetía tu nombre en cada vuelta.
¿Era él o era mi obsesión por vos que te escuchaba?
También decía: te extraño, te siento, te quiero, te amo !!!!
Cuántas cosas puede decir un ventilador de techo funcionando!!!
Cuántas vueltas puede dar un techo en el silencio de la madrugada!!!
y extrañarte
en el simple hecho de no saber
de qué está confeccionado el silencio...
...o la soledad.

Cuesta sin ti
y cuesta contigo,
porque...
qué difícil explicar a mi corazón
lo que mi cerebro no puede dilucidar
ni analizar en pizcas de moléculas que irradien
lo que siento....

Cuesta sin ti...cuesta contigo!!!
Tanto miedo que tengo por asirte a mi mundo enrarecido por tristezas
cuando tu sonrisa pide que te saque del abismo...
si no podré hacerlo solo...
y no podré hacerlo contigo...

Hoy, el ventilador de techo iba justo al ritmo de mi corazón
y en cada vuelta,
repetía tu nombre
como el latido mismo
de mi sangre.
Enloqueciendo mi cuerpo
y mi cuerpo osado se expresó por ti
lanzando por mi rostro
la cristalina esencia de mi tristeza
en una, a penas, lágrima
que rodó y lamí
y que eras tú
porque el ventilador de techo
y mi corazón
en cada vuelta
y en cada latido
te nombraban AMOR !!!

sólo contigo amor !!!!
sólo contigo !!!!

05/12/11

Destellos de una mente torturada dicen y yo sonrío...

Al pasar divisé el río. Ese que tantas veces recibió las lágrimas lloradas por la soledad del alma.
Sobre él, el viento dibujándose en pequeñas ondulaciones que van y vienen. ¿Pensaste alguna vez cuántas veces fuiste y volviste y te desapareciste, simplemente, como una ondulación que se pierde sobre el agua? ¡Tantas veces !
A veces me pregunto ¿por qué la tristeza tiene tantas caras?. Se esconde entre mojigatas formas, pero al fin y al cabo siempre está ahí a la espera de salir.
Llora la noche y llora el viento sobre el río y el río ríe tanto llorisqueo muerto.
Me detengo en el espacio infinito que se forma allá lejos, en un horizonte que no distingue cielo de agua o agua de viento o viento de aire o aire de…tristeza…
¡Me tiene mal el juego de la vida! ¿Quién nació para jugarla? Tal vez todos o ninguno…y…estaremos aquí hasta que el tiempo diga…el tiempo dice que quizás llueva…¡Qué idiota pensar si llueve, nieva o si va a hacer calor!
Allí las nubes me tapan lo sempiterno, lo excelso, lo grandioso que pueda hacerme sentir sólo una simple miseria ante el universo. Mísera ilusión de verme en la magnitud de algo que mi cerebro cansado no puede abarcar.
¡Quizás lo más preciado sea el sinsentido! Debería hacer caso a eso, no dar sentido a las arrugas en mi piel o a esas canas o a los años de más o a los que faltan para entender todo esto o a la propuesta insaciable que la razón o el deseo busca tras un chocolate nevado o unas noches de lujuria y desenfreno. ¡ Qué hastío!
Te pido un favor, no leas más. ¡Sé que te deprimo!, de mis primos ¿qué te puedo decir? Mi prima Vivi es hermosa. Pero, no leas más. Quedate aquí. Te aseguro que las consecuencias pueden ser brutalmente horrendas o diametralmente hermosa derivadas de tus alas interiores.
Quisiera reírme satánicamente, pero ¿podría? ¿Quién es satán sino sólo un pensamiento? Si no pudiera pensarlo no existiría, igual que Dios, que según Nietzche ya se ha muerto, pero para mí nunca existió. ¡Qué locura! ¡Qué estúpido pensar así! ¿No?
No era que Adán y Eva y que Caín y Abel y… ¡Qué boludos creernos esta historia! Es como creer que si tengo un Mercedes o un jet o una isla propia podría ser feliz…
Me pregunto ¿quién, cómo y por qué planteó la vida de esta manera? Pesa la existencia a veces, pesa el miedo, y uno se lava las manos comprándose un Nokia 7230 o depositando unos pocos pesos en algún banco.
¡Qué estúpidos seguimos siendo!
¡No más! Me iré con el viento sobre las aguas turbias de un río que está lleno de mierda, a desdibujarme ahí, y en el encuentro de viento y agua, agua y horizonte, horizonte y cielo convertirme en Dios…porque lo creo cuando lo pienso y porque creo en su propuesta de que me hizo para ser feliz. Por eso puedo dar fe de que no ha muerto, porque sigo vivo.

25/08/11

Chu chu uá chu chu uá y los oídos del entendimiento

Te voy a contar un día de mi trayecto diario. Mismo colectivo, misma parada.
Espero que el próximo venga vacío. Necesito sentarme, estoy cansado. Pero…si no hice nada. Igual, quiero viajar sentado.
Ahí viene uno y está vacío. Extiendo mi brazo para pararlo pero el muy hdp…¡Basura!, no sé por qué no paró. Y bueno, el otro que venga lo voy a tener que tomar sí o sí porque si no llego tarde. ¡Qué mala suerte!
Diviso en la otra cuadra que llega el próximo. Por supuesto, repleto. ¡Minga que me voy a sentar!. Frena, subo y están todos amontonados y quietos. No se mueven, no me dejan pasar. Parecen que estuvieran muertos. Consigo escabullirme por entre esos cuerpos duros que son llevados por ese vehículo cada uno a su destino, como a mí. Voy internándome como puedo hacia el centro. Justo ahí donde está el espacio para la silla de ruedas de los discapacitados, veo que se desocupa un lugar, al cual corro y me acomodo. Al menos puedo apoyarme y viajar semi sentado sobre el caño. Podré sacar un libro y leer porque llevo muchas ganas de eso. Sí, aquí traigo el Kybalión. Un poco profundo para leer en el colectivo, pero no tengo otro momento.
Antes de internarme en el libro, revoloteo con mi vista hacia todas las personas que me rodean. ¡Qué caras de…nada! Me pregunto si yo también tengo esa misma expresión para los demás. Seguramente sí.
Ahí hay uno tipo que es…raro…hasta gracioso. Petiso, jean gastado y viejo, buzo negro, sombrero de cowboy gris, mechones de pelos negros que le caen sobre los hombros, barba y bigotes renegrida por la tintura y…millones de arrugas sobre su cara. Cuántas, me digo, nunca había visto un tipo que no parece tan viejo con tantas arrugas. Labios gruesos juntos y sobresalientes como pico de pato y una cara aplanada y descarnada saliente para adelante. Los ojos pequeños. ¡Caras raras si las hay! Si tuviera que elegir entre todas las caras que me rodeaban, de seguro que la elijo. Es la única de expresión distinta al resto. No me gusta, por supuesto, pero hay algo que me atrae y me hace hasta sonreír.
Dejo a todos de lado y abro mi libro. Me interno en sus letras: ¨los labios de la sabiduría están cerrados excepto para los oídos del entendimiento¨ ¡Mierda! ¡Qué frasecita para comenzar! Pongo el dedo en esa página y cierro el libro para detenerme en ese pensamiento. Ahora sé que miro, pero no estoy mirando afuera y pienso ¿cuál será la sabiduría de la que habla?.
Frena el colectivo y sube gente y baja gente. Yo me encuentro justo enfrente de la puerta del medio por la cual se baja. Pero sube uno, sí, es el payaso Corbatita que viene vendiendo sus CD de música, ya lo conozco, tanto hacer este trayecto diario, que hasta sé las palabras que va a decir luego. ¡Puta! Y yo que quería tranquilidad para poder estar conmigo mismo y mis pensamientos y este viene a invadir el espacio sonoro con su música. Por supuesto que no voy a poder seguir leyendo el Kybalión, necesito concentrarme para eso.
Corbatita no dice nada, sólo pone a gran volumen la música que trae. Y bueno, pondré oídos de entendimiento para escuchar los labios de la sabiduría o la música de corbatita. En este caso va a ser la música, no queda otra.
Se escucha un organito alegre mezclado con otros instrumentos que a pesar del ritmo de jolgorio a mí me produce cierta tristeza y después de una breve introducción la voz comienza a cantar ¨yo conozco una vecina que ha comprado una gallina…¨ Claro, se acerca el día del niño y aprovecha para vender música infantil.
Recorro con mi vista los rostros. Sigue la nada dibujada en cada uno de ellos salvo en el hombre del sombrero que sonríe. Hay una chica detrás de él, bien vestida, arregladita, bonita y atrayente que también sonríe. Está cubierta por un piloto blanco, sus pelos largos y rubios caen hacia adelante. Tiene bellas formas y además sonríe por la música y comienza a mover sus hombros al compás de: ¨…la gallina Turuleca, ha puesto un huevo ha puesto dos ha puesto…¨ y yo, no quería más mirar. Cerré los ojos y una sensación de relajamiento corrió por todo mi cuerpo y me escapé tan lejos de aquel sitio que si algún carterista apareciera podría haberme robado hasta lo que no llevaba en los bolsillos.
Volví cuando la voz ronca de Corbatita sonó fuerte, al terminar la canción, diciendo lo de siempre: ¨primero quiero pedir disculpas si a alguien molesto con la música¨ ¡A mí! No es que tenga mala onda, pero sí, quería pensar en los labios de la sabiduría y mis oídos tenían que escuchar a la Turuleca. ¡Quizás sea esa la sabiduría! Entonces voy a intentar poner oídos de entendimiento para recibirla.
Corbatita siguió diciendo palabras que no tenía ganas de escuchar y recorrí con mi vista nuevamente los rostros. ¿Por qué no se ve nada en ellos, nada de su pasado, nada de sus ganas, nada de sus sentimientos o pensamientos? ¡Qué tarado, como si se viera algo de todo eso en mi rostro! Me aburren esas caras, me aburre no saber por qué, cómo y para qué cada uno vive. Y…suena la música, esta vez es el payaso Piñón fijo que comienza a cantar esa canción que hace mover a los niños: ¨chu chu uá chu chu uá chu chu uá uá uá…¨ Miro la sonrisa en la chica del piloto. Sonríe para afuera y para sus adentros como memorizando algo y ¨ compañía…brazo extendido…y chu chu uá chu chu uá…¨ Mueve cada vez más sus hombros y ¨ brazo extendido…puño cerrado y chu chu uá chu chu uá…¨ Al final veo que se atreve y sigue las indicaciones que Piñón Fijo da través de su canción. La chica extiende su brazo. ¡Esto se está poniendo lindo! Al extenderlo, golpea el sombrero del hombrecito extraño que inmediatamente gira su cabeza para mirarla y dejarle una sonrisa pegada justo en la parte en que el piloto blanco mostraba la redondez de sus senos y…¨chu chu uá chu chu uá chu chu uá uá uá…¨El hombre vuelve su rostro hacia mí y se entera de que lo estaba viendo. Me deja una sonrisa de complicidad sobre mis labios que se extienden para devolvérsela …¨y chu chu uá chu chu uá chu chu uá uá uá …¨
Vuelvo a cerrar los ojos y a escaparme de Corbatita, de Piñón Fijo, del hombre del sombrero, de la chica del piloto blanco y de todas las caras de nada con cuerpo de muertos que me acompañan en el colectivo y me centro en....abrir los oídos del entendimiento, porque me estaba hablando, a gritos fuertes, los labios de la sabiduría. Y pude entender lo que me decía, que eso también era la vida.

26/08/11

Un cachito de tí

Salí a la calle a ver si encontraba algo de ti por las veredas que tantas veces transitamos juntos.
Lo primero fue sentir tu aliento tibio en el golpe del viento, que penetraba mis células y mis pulmones como respiro de cielo y como aroma a melodías danzantes de violines en un sinfín de esferas sobre mi piel seca de melodías.
Luego tu caricia cálida a través del rayo de sol que atravesaba mi cuerpo y mis pupilas, tu mano sincera acompañándome en esa calidez, como murmullo de ángeles recorriéndome y abrazando mi hombro frágil de abrazo y frío en el tiempo.
Más allá estaba tu risa, como una lluvia de alegres hilos dibujando paisajes sin rincones, abiertos al despliegue de la alegría, rozando el elixir santo que derrumba la vida.
¡Somos tan iguales, si lo pensamos, y al mismo tiempo tan opuestos como el día y la noche!
Prefieres el sabor dulce de un rico chocolate al sabor penetrante de un fuerte wasabi.
Prefiero el wasabi que irradie mis papilas a una forma inquietante de saborear lo eterno.
Me amoldé al dulce sabor de tus chocolates y nunca pudiste acomodarte siquiera en la esquinita de mi wasabi. Pero entre wasabi y chocolate, el encuentro.
Somos lo opuesto y puestos estamos el uno para el otro…y seguí andando por las calles para ver cuánto más de ti encuentro por ahí.
Y hay tanto que es innombrable. En cada esquina, en cada milímetro de baldosa que pisamos juntos.
Mirando el piso encontré una lágrima tuya derramada hace años, justo ahí, en el mismo centímetro de suelo donde la dejaste. ¿¡Cómo no reconocerla!? Si tiene el brillo de tus ojos, el olor de tu sangre, la pena de tu tristeza. Podría reconocerla entre millones porque lleva tu nombre y tu osadía.
Los escaparates resplandecen tu mirada cuando paso, y el reflejo de ti me devuelve mi imagen absurda embellecida por tu rostro pleno de vida al pasar por ellos.
No puedo no recordarte si mil calles te nombran en silencio con la desesperación abrumadora del grito de nosotros transitando cada espacio.
¿Habrá espacio que no hayamos recorrido o habremos recorrido siempre juntos cada espacio?
Salí a la calle a ver si encontraba un cachito de ti por algún sitio, y encontré tanto de ti, pero tú no estabas a mi lado.
14/09/11

A tu color de ondas

Volveré cuando la tarde me traiga otros colores
distinto de azules, rojos y amarillos cansado de mirar,
un color especial que deje tu mirada inscripta en los aromas,
o en las puertas absurdas de las casas,
o en las magnolias alegres de ser blancas.
Un color que te nombre, especie de silencio,
un color que te grite en cada trascendencia,
que te auspicie mis manos o mis locas prescindencias,
un color nuevo, tu color de ondas,
que me inventes,
que te invente,
y volveré en la tarde reinventándote el cielo
en nuestros propios colores
que sólo nuestras pupilas puedan mirar.
29/10/11

De tí para tí Ballagas, sin impaciencia....

"Cuando tal vez descubra
que nunca tuve luz
y marche a tientas dentro de mí mismo,
como un ciego que tropieza a cada paso
con recuerdos que hieren como cardos."

(de "Poema Impaciente" Emilio Ballagas)





Cuando tal vez descubra que nunca tuve luz

existiré en la nada y las tinieblas,

bordeando los abismos primitivos que marcaron mis lágrimas,

aquellos que de tanto andar

de paso en paso malogrado,

bifurcaron mi imagen sobre el fango

y en el fondo,

hundido con mi rabia,

existiré callado

al dolor de mi nada

a los pies de mis pecados.



Y seguiré diciendo que mi luz está muerta

que mis manos se baten al compás de la angustia,

que mis rimas se pierden y se opacan mis huellas,

que el dolor impaciente me impacienta

y que el viento de la luz de junio

no trajo sus estrellas,

sólo un manojo ajado de tristezas.



Porque mi luz se apaga

cuando mi frente baja

y mira

mi miserable existencia.



03/10/11



.

En las afueras y adentros de mis límites, punto en que muero

Es muy tarde ya. De madrugada. No tengo sueño y sí unas profundas ganas de llorar. ¿Llorar qué? Me pregunto. No importa qué, ni cuánto, sólo llorar, llorar el dulce hastío de la existencia. A veces me embriaga el saber que existo. Otras me hace doler hasta…no importa hasta cuándo ni dónde ni cómo…simplemente me hace doler y sólo quiero llorar, oculto en la oscura soledad en que me escondo o…voy a salir a caminar desnudo por las calles para que alguien se entere. ¿Importa “alguien”?.

Húmeda va quedando mi sien derecha porque brota y se desliza una pura lágrima desde mi ojo izquierdo. Lágrima tibia, casi indeleble. ¡Si el dolor fuera así, casi indeleble! Pero el dolor es dolor. Era mi sien izquierda que quedaba húmeda…es que a estas horas se me invierten los sentidos…puedo reírme de mí cuando desee. Puedo también espantarme o dolerme, como ahora que me duelo profundo y neto. Tal vez sea que me ataca la sinrazón en algún sitio. Lo voy a buscar. ¿Estará perdido en algún resquicio de mi cuerpo? No, no creo. Está en mi mente. Es ella la que se esfuerza por dolerme. Pero ¿acaso no soy yo? No puedo separarme en cuerpo, mente, alma. Todo eso soy yo. No aprendí a residir exclusivamente en algún sitio predeterminado. También sé que nadie tiene culpa de que ahora duela ¿o sí? Quizás mis viejos. Para ellos fui apenas una noche de sexo. ¡Qué triste saber eso! El placer de unos lo paga otro que ni tiene la culpa. ¡Qué terrible!.

Me siento en la cama y pienso en cuantas veces mi madre apañó mi llanto o aquellas en que mi padre me acarició la mano con sus dedos rústicos y gordos. Ya están perdonados. Y no hay nadie más. Podría ser el tiempo, pero es el tiempo y los recuerdos. Sí, me vino a la memoria aquella vez que…¿para qué traer pasado al presente? Mejor lo borro o lo dejo ahí porque si no me traería más dolor en esta noche.

Puedo hacerme brillar una sonrisa pasajera cuando pienso, pero es tan fugaz como la estrella que alguna vez vi fugacear en el cielo y recuerdo que anteayer comí una fugaceta y estaba buena. ¡Si me escuchara Freud esta asociación libre podría llegar a interpretarme, pero estoy seguro que no le pegaría, sería simplemente interpretación suya.

Me vuelvo a tirar sobre mi cama. Pienso firmemente en que voy a salir desnudo a la calle hasta que me venga el sueño.

¡Alplax, Alplax, traeme el sueño! ¡No me dejes cruzar la línea a la locura! O debo decir: Angel de la guarda, dulce compañía…o mejor contarme un cuento o una ovejita, dos ovejitas, cuarenta ovejitas, docemilnovecientosesentaysiete ovejitas…o mejor un alplax más o dos o tres o los que hagan falta para sumirme tranquilo en el sopor de la inconciencia.

Claro, es la noche del viernes, madrugada del sábado. Siempre muero en esos días. El lunes al despertar oleré mis jazmines de leche, miraré mis geranios lilas, mis campanitas violetas, mis rayitos de sol rojo, mis pinos, mis ficus, mi pan de azúcar rojo sangre y…volveré a renacer radiante.

Quiero llorar ahora, llamar a alguien ¿quién es “alguien”? ¿para qué despertarlo? Si ni si quiera tengo claro a quien llamar. Tantos ojos y nada. ¡Tantos ojos y nada! ¡Quizás yo tampoco sepa mirar!

¡Gracias Alplax! Me estoy durmiendo.

04/11/11

¿Cuándo?

No me queda otra. Llego del trabajo. Estoy solo. Mi única compañía la tele. No tengo cable. Son las 20 hs. En todos los canales Noticieros.

Siempre noticieros a esta hora, en uno hablan del dólar, en otro de fútbol, en aquél de las últimas novedades en la moda y me detengo en uno que habla de robo y muerte. ¡ja, qué morboso! El resto no me importa. Me detengo ahí donde la muerte fue protagonista.

Escucho atentamente la noticia: Un joven de 18 años sale de su casa a las 20 hs a comprar una gaseosa. Se cruza con otros jóvenes de su edad que quieren robarlo. Se reúsa. Le piden el dinero, el celular, las zapatillas. El chico no quiere entregar nada. Se defiende. Ellos son tres. Uno le pega, el otro lo tira al suelo. En el piso, los tres lo patean. Quiere defenderse. No puede. Uno le tira un adoquín en la cabeza. Toman lo que pueden. Se escapan. La sangre corre. El aliento se desvanece. Un vecino lo socorre, llama al SAME. Es tarde. Su corazón dejó de palpitar.

En el noticiero muestran las fotos de la maravillosa vida que llevaba el joven muerto, se lo ve con sus amigos, en una fiesta, solo. Los padres hablan. Piden justicia.

La justicia no les devolverá la vida de su hijo ni les calmará el dolor. ¡La justicia no sirve para nada! Encerrar los otros tres, hacerlos sufrir o matarlos ¿de qué sirve? Si el otro pibe ya está muerto. ¿impedir algo? ¿Qué no vuelva a suceder? ¿eso es la justicia?

Seguirán muriendo inocentes en las manos de otros “inocentes” o no tanto que claman por ser igual a…a lo que hay que ser igual, a aquello que nos muestran día a día por todos los canales. ¿por qué unos sí y otros no? ¿dónde está la justicia?

No quiero pensar. No estoy de un lado ni del otro. No existo en ninguno de esos sitios, pero….que a mí no me toquen. Y no estoy libre de eso. Puedo morir en manos de alguien que pretenda mi sonrisa. ¡Qué selva! Al menos no tengo que salir a cazar para comer. Me limito a moverme entre las góndolas de un supermercado y elegir lo mejor que se adecúe a mi presupuesto. Aunque ansíe lo más caro. Pero no voy a delinquir por eso. Es una trampa, la trampa del mercado. La vida es tramposa. Los que generan noticias, modas, ideales, son tramposos. Quieren que pisemos el palito. Lo tengo claro.

Me detengo en las fotos del joven que van pasando por la tele y me aparece siempre la misma pregunta: ¿habrá en esas fotos algo que delate que hasta ahí llegó? Algún indicio en la mirada, en el pelo, en la sonrisa, en la piel, en el aura….Quisiera estudiar las fotos anteriores a las muertes de los muertos para tratar de descifrar en ellas el rastro que diga cuándo y cómo llegará. ¿para qué? ¿qué es lo que me atrae? No sé, quizás para estudiar mis fotos últimas y poder ver en alguna señal el cuándo.

11/11/11

Anestesias

Los psicólogos y psicoanalistas suelen decir que el inconciente (si se pudiera decir de esta manera) está "poblado" única y exclusivamente de sexo y muerte. Que para no "pensar" en sexo continuamente, se sublima, a través del arte, la ternura, la amistad, el compañerismo, la creación, el diseño, (y como ahora en este escrito) toda esa carga sexual que uno lleva adentro. Yo siempre me pregunto si esto está profundamente ligado con el amor. Debe ser que sí. Pensando en las distintas formas de amor que se puedan ocurrir...el amor a un objeto deseado, el amor incondicional a un hijo, una madre, un ser que necesita protección o ese amor que se desliga de sí hacia otros cuando da.

Con respecto al tema de la muerte dicen que desde que al nacer uno sabe que va a morir pero la muerte no se hace presente hasta que se pierde alguien amado, un tío, un abuelo, un padre, un hijo, una mascota. Recién es en ese instante es que uno toma plena conciencia de que la muerte acecha (también está el paso del tiempo que se lo vive a través de las propias arrugas en la piel y la vejez ,que se no puede aceptar, que ese natural paso del tiempo, tiene que ver conque se restan días al mañana). Uno no sabe ni cómo ni cuándo se va a morir. Pero la muerte está ahí.

Si con respecto al sexo para no "pensar" en él sublimamos, con respecto a la muerte qué hacemos, ponemos algo en el medio entre nosotros y la muerte, ponemos proyectos...a corto, mediano o largo plazo. Pasamos desde esas ganas a comerse un buen bife de costilla y/o planeamos salir a comerlo a algún sitio o salimos a comprarlo para disfrutarlo, hasta planear unas hermosas vacaciones o un proyecto a nivel laboral. Proyectos...ponemos proyectos entre nosotros y la muerte.

Uno supone que está todo bien resuelto de esa forma: Sublimación y Proyectos !!!

Pero: ¿está bien resuelta la vida de esa forma?

Claro, el sexo es atractivo y cuando no se lo tiene se sublima y de acuerdo a la forma que sublime también lo disfruta y se pasan buenos momentos con la charla entre unos amigos o bien pintando un cuadro o escribiendo un libro o, o , o...

...y ¿cuando la muerte atrae????? claro, ¿qué pregunta? qué es la atracción, hay distintos tipos: sexual, gravitacional, atracción en cuestión de distracción...ese es el punto, distraerse. Distraerse de la atracción. ¿Cuando todo aburre, cuál es el mejor camino para "distraerse"?

Aburrirse, el peor verbo, el más angustiante porque atrás de él no hay diversión ni entretenimiento que pueda satisfacer ese "aburrimiento" que subyase.

Recuerdo que de chiquito me obsesionaba con distintas cosas que quería tener. Cuando las conseguía me duraban muy poco tiempo. Las desarmaba, las mordía, las probaba....quería saber qué era el motor que las impulsaba para ser lo que eran y terminaba descubriendo que lo que las hacía ser era la ilusión que me daban. Como los espejos, que gracias a un papel metalizado pegado a un vidrio y el rebote de la luz, proyectan tu imágen sobre él (cuántos espejos rotos y rayados habían en mi casa). Por suerte, tenía un hermano que se encargaba de armar aquellas cosas que por mi mera condición de "querer saber" yo desarmaba y él se ocupaba de poner las cosas en su lugar. Claro, a la simple vista de los adultos mi forma parecía la de aquél pequeño dañino que no sabe conservar nada...pero nadie me preguntaba qué me pasaba y qué era lo que buscaba, tampoco sabía decirlo...nunca sé decir lo que quiero decir...El pequeño dañino se fue convirtiendo en grande y comenzó a querer "saber" cómo funcionaban las personas y se puso a estudiar para eso...quizás para saber cómo funcionaba él mismo. Las cosas me desilusionaban muchas veces (recuerdo mi pelota pulpo que picaba y picaba sin a penas tirarla con fuerza en el piso) me duró creo que dos días, porque con una shilette la corté por todos lados, para saber qué contenía adentro, para que picara tanto. Goma, era simplemente goma. La desilusión fue muy grande y la pérdida del objeto deseado también. Ya no funcionaba, pero recuerdo que la guardé hasta bien entrados mis años en los que uno deja de ser adolescente y pasa a ser joven. Con las personas me pasaba lo mismo, descubría el motor y me desilusionaban, pero algunas las guardaba en mi interior como lo más preciado.

Qué DESILUSION !!!! la desilusión es el motor del aburrimiento, es el más angustiante dador de desenergía y el que te quita los proyectos de entre medio de uno y la muerte. La desilusión es el primer motor de la depresión....al no haber proyectos en el medio no queda nada para enfrentar la angustia de la muerte.

¿De qué iba todo esto? no importa, al menos pude sublimar un instante y poner en palabras mías algo que me roe a diario las entrañas del cerebro...por supuesto que por querer saber como es la muerte no me voy a pegar un tiro ahora, jajajaja, luego sí, jejeje....noooooooo..........pero sí tengo ganas de seguir sublimando, de seguir existiendo y que el penar que pueda llevar detrás, sobrellevarlo de la mejor forma posible que no me haga doler. Anestesias, eso es lo que uno necesita contínuamente, anestesias para apalear el dolor de la existencia.-

27/11/11

Suspiro

...encontré tu perfume perdido
entre los pétalos de una margarita blanca,
blanca margarita de otoño
que como un retoño de sueños
resplandece bajo mi piel de furia...
...y suspiro...
...suspiro tu aroma
dulce
cual vino blanco
en una mañana/tarde
gris y fresca
de pájaros y césped
de ilusiones y brisas
de suspiros sin caricias
y acariciando la vida
en los destellos de tu sonrisa
y en la simple ilusión
de creernos
por un momento
amantes
enamorados
simples almas
en busca de un camino común
mancomunando el mundo
en el entrecortado ritmo
de la rutina...

....y
suspiro
suspiro
y el aroma a tu perfume
me invade
y aunque no diga
el sentimiento
y aunque no pueda decirte
ya lo sabes.

...y
suspiro
y suspiro
y estás ahí brillando
fulgurante
en medio del silencio.

Líneas lentas

Iré despacio
te lo aseguro
y te mostraré los caminos profundos
que te lleven a mi ser:

Mira esa luz de luna
que ilumina el cielo oscuro
y trata de ver en ella
que en la sonrisa te encuentro,
y encuéntrate danzando conmigo
en pasos lentos
como la lenta estrella
que se adentra en el corazón mismo
del punto de partida.
Danza y danza
en un simple silencio de prisma de colores
donde la altura se encuentre a tu estatura,
y donde la estatura de tu ser
prevalezca radiante
en la infinitud del tiempo.

Ya sé,
voy de prisa.
Iré tan despacio
como para que me sigas
en una tibia mano
que acaricie mi piel vieja
silenciosamente...
no hace falta el sonido
que rompa la estructura de nuestras almas,
no hace falta el sonido, no,
no hay palabras...
y si las buscas
de seguro no la encuentras,
y si la encuentras
de seguro no son ellas...

Calla
trato de ir lento
muy lento adentro mío
para mostrarte
de que no hay brillo,
y sí la única pizca de luz está en nosotros.
Lo comprendes ?
Que poder de hacer brillar
o de apagar una estrella que tenemos !!!
Lo comprendes?

Apago mi miseria y dejo
tu sonrisa en el espacio,
allí,
donde tu voz no rompa el silencio,
allí,
donde viste que mi primavera
es un otoño triste y negro,
opaco, insulso, maloliento,
y...
no me digas que voy rápido
trato de ser sincero,
trato de estar tan lento
que si supieras que me muero cada día
cuando pienso que soy
y renazco cada instante
cuando pienso que estás !!!!

Y en unas letras
que quise fueran nuestras
puse este poema muerto
para llevarte al fondo
al fondo de lo que soy
y lo que siento.

24/08/10

Quizás mañana

Quizás mañana
Una noche más de insomnio. Igual, el despertador llega puntal a la cita.
Levantarse otra vez. El día me espera.
Voy a ducharme. La sensación del agua tibia corriendo por mi cuerpo me recuerda las caricias de Noemí aquella noche, la última que estuvimos juntos.
Seco mi cuerpo mientras pienso en cómo fui secado por ella aquella vez cuando juntos salimos de la ducha.
Miro mi rostro en el espejo. ¡Qué tonto, casi olvido de afeitarme! Elijo la eléctrica esta vez y mientras la máquina va y viene por mi rostro, llevada por mi mano, me miro los ojos al espejo y veo aquella profunda y habitual tristeza.
Quizás hoy se vuelva a dar lo mismo. ¡Qué ganas tengo de volver a acariciarte!
Perfumo mi piel. Puede ser que hoy sea el día de volver a encontrarnos cuerpo a cuerpo. Me pongo alguna ropa mejor que la de costumbre. Seguramente, cuando me vea hoy, si viene, no me va a poder decir que no.
Me miro. Me sonrío. Me creo que estoy hermoso para ella. Me voy a abrir la ferretería, y…espero, espero, espero a que Noemí venga.
A las 11.30 estoy de espalda al mostrador y me parece un sueño, siento el dulce perfume de Noemí penetrando por mis poros. Me invade, me enloquece y por mis venas comienza a correr fuerte la sangre. Escucho el ¡Buenos días! y me doy vuelta. Del otro lado del mostrador está Noemí acompañando del brazo a su marido que viene a comprar.
Mi sonrisa se apaga. Me caigo entre las monedas de un vuelto y… otro día más en que ni mi perfume, ni mis ropas, ni mi rostro bien afeitado surtieron efecto.
Esperaré a mañana, quizás venga ella sola.

¿Ternura?

Nunca me dijiste las cosas que te gustan y… ¿sabés que quiero complacerte? ¿no?

Ese día te llevé un chocolate, no para que lo disfrutes conmigo, sino para que cuando me fuera pudieras saborearme. Un pedacito de mí quedó dentro de ese envoltorio y estoy tan seguro que tus papilas al saborear el suave dulce, me fueron recordando que me sentí feliz, tan feliz como aquella vez que me mostraste el cuadro que habías pintado. No mostrás tus obras a cualquiera. Ya lo sé. No hace falta que me lo digas.

A veces siento conocerte tanto y tan profundo que no necesito saber más nada de vos. Y otras veces te desconozco tanto que quisiera estar hundido y perdido en medio de tus neuronas para sorber tu pensamiento.

¡Qué dulce es tu mirada cuando me ves! Siento como si una suave brisa se desplazara sobre mí con tu mirada.

Y sé también que sientes que con tanto amor te miro, que la sensibilidad de tus poros se abren francos para mi conciencia.

Nunca me dijiste las cosas que te gustan, pero, ¿en realidad necesitamos esas confesiones? Creo que no.

Vos sabés tanto de mí sin que te cuente, que hasta creo nos conocemos de otro mundo, otra vida o como si hubieses estado siempre al lado mío.

Pero esta es la vida que tenemos y me quedaría plasmado, anonadado y silente simplemente admirándote. ¡Te gusta eso! ¡Sí! ¡Y cómo! Tanto como a mí me gusta que permanezcas en mi pecho, para sentir tu respiro, pausado, acompañando el latido de mi corazón que late por sorpresa de vos.

Que ¿qué vamos a hacer? ¡Qué importa! Disfrutarlo. Disfrutar el minuto llano y poblarlo de árboles y soles, de mares y de selvas, de colorientos sueños y sobre todo de…ternura ¿se dice así? ¿ternura?

Te traje un chocolate. Saborealo. Embebete del perfume de mis caricias y vamos a dormir. Y que mañana, cuando despunte el sol y me encuentres a tu lado sientas y sienta yo: ternura.

¡Quiero poblarte amor con mi ternura!



27/07/11

El árbol de la pérdida de la virginidad

La calle estaba helada. Demasiado frío en esa noche. Pero no quedaba otra cosa más que hacer que salir a enfrentarlo, aunque el viento congelara mis ojos.
Pedía un coche a gritos para subirme y que me dejara rápido en mi casa. Solitaria noche de coches. El primer colectivo que llegó ¡Arriba!. Al menos el aliento y el calor de las personas que lo ocupaban habían calentado algo la atmósfera, distinta a la de la calle, pero igualmente frías. Las caras de llevar vidas atrás de sus hombros y los hombros encogidos de frío, daban un ambiente lúgubre, de tristeza. La noche, al transcurrir los minutos, iba enfriándose un poco más en cada cuadra por la que avanzaba el colectivo.
Mi mirada puesta en la nada. En el deseo de llegar a mi destino, en el pensamiento de tantas cosas ocurridas a lo largo del día, en el pensamiento abstraído en tantas cosas ocurridas a lo largo de la vida.
Y ¡es triste la existencia a veces! Pero también tiene sus dobleces donde la alegría y la felicidad afloran. ¡Qué mejor que acurrucarse del frío en pensamientos sanos, conmovidos por el sol y la sonrisa! Así lo hacía.
Las manos heladas metidas dentro de los bolsillos de mi sobretodo y los hombros bien encogidos.
Para el colectivo. Sube una mujer gorda, abrigada con una gran bufanda color violeta enredada entre su cuello, dejando solamente a la vista su nariz y sus ojos. Un jean ajustado, una campera de lana azul oscuro, unas zapatillas de tela negra como su pelo también negro. Saca su boleto y comienza a buscar lugar en los asientos. Mira buscando y entre todos los espacios vacíos decide sentarse en el asiento a mi lado.
Percibo su penetrante perfume a… ¡Qué rara sensación de aroma! Es muy fuerte, muy dulce…trato de distinguirlo. ¡Sí! Es olor a frutillas. El olor que tienen los caramelos de frutillas. Seguramente se habrá bañado en ese perfume. Invade todo el espacio de respiración. Al apoderarse de mi respiro, el frío que helaba mi piel y hasta mis huesos comienza a menguar.
No quiero mirarla y me hago el distraído mirando por la ventanilla, cada casa, cada edificio, cada persona que transita por la calle y que van pasando como una rápida película a través de mis ojos.
No quiero mirarla, pero sé que me está mirando. Lo percibo porque su aroma penetra más profundamente en mí. Porque su mirada algo dibuja o desdibuja de mi figura.
Quisiera saber qué está pensando o al menos saber por qué me mira tan insistentemente.
Sigo haciéndome el distraído, veo comercios, autos, árboles, más edificios, motos, más personas que pasan del otro lado de la ventanilla de este dichoso colectivo que intenta llevar a las personas por el rumbo que cada uno necesita. ¡Necesito llegar al cielo! (me lo digo con una sonrisa). Pero no es este el transporte que debo tomar. Me vuelvo a sonreír interiormente y pienso que cuando llegue a casa, tomaré un baño de agua bien caliente para sacarme todo este frío. Pero, ya no tengo tanto. ¿Me estaré acostumbrando? O será la mirada o el perfume de la gorda que me lo está quitando?
Siento que se acomoda junto a mí, y con su brazo roza el mío. No me molesta, es más, creo que me agrada. Es más el calor que recibe mi cuerpo.
Sigo notando su mirada fija en mí, en mi rostro. Se pasea por mí. Mira mis piernas, mis hombros, mi cuello, lo que puede ver de mi cara vuelta hacia la ventanilla, mi cabello, mi oreja. ¿Por qué será que me mira tanto?
El pensamiento masculino ronda hacia esos lugares de pensar que le atraigo. Me hace sentir bien eso. Me hace sentir deseado. Un alguien desconocido que mira mi existencia hasta me hace saberme vivo.
Respiro profundo y el aroma dulce me llena. No quiero mirarla, pero no resisto la tentación de hacerlo.
Quito mi vista pegada al vidrio de la ventanilla y miro hacia adelante, para que, de reojo, y sin que se diera cuenta, poder mirarla. Pero, soy curioso como los gatos y termino girando mi cabeza para posar rápidamente mis ojos en su rostro.
Noto que la bufanda la ha bajado y se ven sus labios. En ellos una sonrisa. ¡Sí, me sonríe! Con gesto leve le devuelvo la sonrisa, no porque quisiera hacerlo, sino porque me sentí obligado. Volví mi vista hacia adelante.
Las calles pasaban rápidas y veloces frente a mi vista. Luces de autos, de comercios, de faroles esparcidos cada veinte o treinta metros, semáforos.
La mujer seguía sin quitarme la vista de encima. Cada vez su mirada era más punzante.
Mi corazón comenzó a latir más fuerte, no de miedo, sino de curiosidad por saber quién era esa mujer.
Escuché, que en voz alta y casi como susurrando y dirigiéndose a mí, decía:
- Vos sos Damián.
Fue una afirmación. Giré mi rostro hacia ella y la miré tratando de reconocer de algún lugar su cara.
Con un gesto afirmativo simplemente le asentí.
- Lo sabía – dijo
Miré por la ventanilla y por las calles reconocí que no faltaba mucho para tener que bajarme.
- ¿De dónde nos conocemos? – pregunté
- Yo soy Mariela.
Del cajón de mis recuerdos comenzaron a salir Marielas. Ninguna encajaba con su rostro o con su cuerpo.
La miré y sin decirle palabra hice un gesto como preguntándole ¿Qué Mariela?
Ella entendió mi forma de mirar y dijo:
- Nunca. Jamás me tomaste en cuenta. Imposible ahora que han pasado más de 20 años.
Seguía buscando y tratando de enganchar su nombre remontándolo 20 años atrás.
Quizás veinte años atrás significaba la etapa de mi secundaria. Seguía sin recordar o asociar ninguna Mariela en esos tiempos.
Me vinieron recuerdos, gratos recuerdos de juventud. Bellas imágenes de una etapa que fue muriendo y como de un tirón llegué a la rutinaria vida del ahora. Pero dijo ¨más de veinte años¨. Tengo cuarenta ¿puede ser a los 15 o 16, 17 o 18? ¿Qué importa?
¿De qué Mariela me habla esta mujer?
Rápidos corren los pensamientos de un lugar a otro, como rápidas las ruedas de este colectivo transitan por el asfalto.
- Recordame algo – le dije
- Por más que te diga lugar, fecha y hora o mi apellido, seguramente vas a seguir sin recordarme.
Miro las calles. Se está acercando cada vez más el lugar donde debo bajar. Ella se da cuenta. Lo nota en mi apuro. Lo nota en el ademán de mi cuerpo de sacar las manos de los bolsillos del sobretodo.
- Ayudame – le digo – ya estoy por bajar
Me mira y me sonríe.
Como no dice nada le digo:
- Ya bajo
Acompaño mis palabras con el movimiento de mi cuerpo como para pararme del asiento.
Me pone una mano sobre la pierna izquierda deteniéndome.
- Tengo una foto – dice
Y yo tengo el apuro por salirme de esta situación y llegar a casa rápido. Quiero ducharme y sacarme el frío y el aroma dulce del perfume impregnado en mí de esta mujer intrigante.
- ¿Querés verla?
Quería decirle que no. Sinceramente no me interesaba, pero soy tan curioso que no podía desperdiciar la invitación. Igual ¿qué más da pasarme algunas cuadras?
Sin que yo le respondiera abrió su cartera y de ella sacó una agenda. Pasó lentamente las hojas y entremezclada en una de ellas, una foto, que sacó y la extendió hacia mi mano.
Tomo la foto. La miro detenidamente y veo que es la foto de un árbol de alguna calle de Buenos Aires. No hay personas. Se ven las casas por los costados, pero el árbol ocupa el primer plano.
- En ese árbol – dijo- una vez, cuando teníamos 17 años, me arrinconaste, me besaste, me dijiste que me amabas y te llevaste mi virginidad.
Mis pensamientos volaban a mil millones de kilómetros por el espacio de los recuerdos, pero ese no pertenecía a ninguno o a tantos.
- Sigo sin recordarte – le digo con una sonrisa y le entrego la foto – Te habrás confundido de Damián. Yo soy Damián pero no puedo acordarme de vos y menos de esa situación. Tengo que bajarme ahora.
Me paro y ella se hace hacia un lado dejándome paso.
- Suerte – le digo
Ella no dijo nada. Sólo sonrió.
Bajé del colectivo y me había alejado algunas cuadras de mi parada. Decidí buscar un taxi.
El frío de la calle volvió a envolverme. El aire fresco quitó todo el perfume dulce de mis fosas nasales que pertenecían a una extraña mujer llamada Mariela, a la que supuestamente yo, contra un árbol, en alguna calle de esta ciudad, que no estaba en mi recuerdo, le había quitado la virginidad.
Se aproximó un taxi. Lo paré. Subí. Le indiqué la dirección al conductor y me quedé sumido en mis recuerdos, pero Mariela seguía sin existir en ninguno de ellos.
Mientras el auto pasaba por las calles en el recuerdo pensé ¿a cuántas Marielas o Rominas, o Jorgelinas le habré quitado la virginidad contra un árbol? Es probable que haya sido yo, pero Mariela aún sigue borrada de mi recuerdo.
30/06/11

Cada uno a su estilo

Casi enloquecida, llorando, perdida entre su mar de mente y corazón roto Julieta caminaba absorta por la calle, totalmente abstraída en el pensamiento de lo doloroso que fue saber que Leonardo, después de más de 5 años de compartir con ella tantas cosas, le había anunciado que ya no la amaba más.
Sus pasos se lentificaban a medida que caminaba. Sus lágrimás rodaban por las mejillas, deslizándose entre sus ropas, para perderse en las baldosas de las calles.
Fue cuando decidió morir. Su primer pensamiento fue arrojarse debajo de algún auto. Pero, a estas horas, a no ser que fuera por alguna avenida, los pocos autos que vinieran frenarían a escasos metros de ella sin producirle absolutamente ningún daño.
Pero, cuando, y sin darse cuenta, fue a cruzar una de las calles, un auto que venía a toda velocidad la alumbró con sus faroles en medio de la calle. Ella se quedó atónita mirando las veloces luces acercarse más y más. El auto, logró frenar antes que llegara a toparse con Julieta.
El conductor, desesperado, bajó a socorrer a la mujer que había quedado totalmente atónita.
La tomó del brazo, le acarició la cabeza, le preguntaba si estaba bien, pero de Julieta, no salían respuestas.
Tomandola de los hombros la llevó hasta su coche y la sentó del lado del acompañante.
- Dónde la puedo llevar?
Ella, no contestaba. Sólo derramaba sus lágrimas, sin movimientos ni gestos.
El conductor viendo el estado de shock en que se encontraba la mujer, tomó la decisión de llevarla a algún hospital.
Tomó rumbo hacia ahí. En el camino quiso sonsacar palabras a la mujer, pero Julieta no tenía más palabras, parecía que lo único que tenía y no se le acababan eran lágrimas, que no dejaban de brotar.
- No sé que te ha pasado - Dijo rompiendo el silencio el conductor - Pero te voy a llevar a un hospital, te dejo ahí y yo voy a seguir mi camino, porque lo que estaba por hacer era lo más importante de mi vida.
Ella escuchó esas palabras y reaccionó. Movió su cabeza y lo miró y simplemente con un gesto, lo invitó a que siguiera hablando.
- Te veo triste. Sí, y además estás como shockeada. Pero si vos supieras la tristeza que llevo dentro de mi corazón por todas las cosas que me vienen pasando ultimamente, y mi mundo se cae cada vez más y más, y me destruyo, y no encuentro salida...mi única salida la tenía hoy, y la interrumpiste.
Ella escuchó atenta e intrigada.
- ¿La interrumpí? - preguntó Julieta
- No te voy a contar más. Te dejo en el sanatorio y sigo mi camino.
- ¿Y a dónde te dirigías?
- Tomaré alguna ruta, supongo, no está bien claro y definido y además da igual.
- ¿Pero cual es el fin? - preguntó ella intrigada
- Justamente, buscar a la vera de algún camino el choque fatal que me haga escapar de este mundo.
- Entiendo.
Se quedaron en silencio. El coche se aproximaba ya al edificio del Sanatorio donde el conductor dejaría a Julieta.
Ella, antes de llegar al sitio, le tomó la mano y le dijo:
- Vamos
Enseguida el conductor entendió lo que debía hacer.
Dos almas encontradas para partir juntas y quizás en otro sitio encontrar la felicidad que aquí no había.
30/06/11

Ahora cuando parta

Ahora, cuando parta,
ni se te ocurra llorar por mi partida
préstame un instante tus pupilas,
tu piel, y tus sentidos
para sentir mi ausencia en ti
para sentir que he vivido.

Cuando parta no llores mi partida
estaré buscando magia
en algún lugar del sinsentido
o recorriendo aromas entre átomos
de cielos transcurridos
o saboreando el éter perfumado del destino.

Regarás un jazmín,
perseguirás un colibrí,
latirás en el viento y sentirás que mi ausencia
no es sólo más que eso.

No derrames una lágrima cuando parta
sólo ríe la vida que pude haber dejado
cuando pasé tu mundo o acaricié tu sueño.
sólo ríe la vida que dejé en tus manos
y que amasaste a pleno.

Ahora, cuando parta
no, por favor no,
ni se te ocurra llorar por mi partida
estaré jugando como niño alegre
en la nueva brisa, en la pura brisa
del nuevo continente a donde he partido.

Sólo ríe la vida que dejé en ti
cuando estaba vivo.

27/06/11

Dejarse llevar

Quizás era cuestión que el raciocinio llegara a conmover y modificar las tretas que el corazón le había planteado.

La obnubilada forma de mirar la vida a través del prisma multicolor de los sentimientos hacía perderlo, momento a momento, en un sinfín de historias creadas a su antojo pero no correspondidas por el antojo de nadie, y era así, como siempre lloraba en los rincones su amarga soledad.

Se preguntaba el por qué le sucedía eso, y nunca podía llegar a una neta conclusión.

Los días pasaban, y él, llevado por sus locos sentimientos, deambulaba por historias que nunca terminaban de concretarse y darle la felicidad que necesitaba.

Fue, después de golpearse y hundirse varias veces en abismos de angustia y desesperación, cuando decidió no seguir más esos latidos que el corazón le planteaba.

Así, ingresó el raciocinio a sopesar en su vida cada decisión, cada paso, cada acto. No más los sentimientos manejarían su vida. De ahora en adelante todo lo estudiaba, lo calculaba fríamente, lo analizaba para ver sus pro y sus contras. Provechos y desventajas. Donde hubiera provechos hacia ahí enfilaría.

Pero las mágicas vueltas que tiene la vida le hicieron comprender que de esta forma ganaba ciertas cosas, pero su interior no se llenaba. El hueco se agrandaba en el pecho y el vacío comenzaba a tomarlo con posesión infinita.

Y la angustia no cesaba.

Dejó perderse en el tiempo sin racionalizar ni estudiar cada cosa, ni hacer intervenir al órgano que tanta angustia hasta el momento le había proporcionado.

Se dejó llevar simplemente por la rutina, y la rutina se rompió cuando la risa fresca de una compañera de trabajo lo amotinó en la duda.

No la estudió. No la deseó. No analizó nada. Se dijo: dejaré que todo surja como digan los días.

Esa risa fresca lo envolvió, lo encantó, lo sedujo, lo persiguió. Y él, simplemente, se dejó llevar, encontrando en ella lo que siempre había buscado.



22/06/11

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Fita la verde

Aferrada a su muñeca de peluche verde, con su mirada tratando de reconocer el mundo, la niña le preguntó a su padre:

- Papi, ¿por qué aunque te pida siempre una muñeca nueva, y piense que la voy a querer mucho, me termino quedando y eligiendo a Fita la verde?

El padre la miró extrañado ante la pregunta y contestó:

- Supongo que porque a Fita la verde la querés mucho.

- Pero si a veces quiero tanto tener a otras, y sé que las quiero, por eso te las pido, pero Fita les gana a todas.

- Por eso, porque ella, de todas tus queridas, es la preferida.

La niña se quedó pensando unos instantes. Aferró su muñeca verde con todas sus fuerzas hacia su rostro, la olió, la besó y:

- Sí, aunque quiera mucho a las otras, Fita es mi preferida.

El padre quiso darle más importancia a lo que su hija decía y preguntó:

- ¿Por qué pensás que la querés más a Fita?

- No sé. Siempre es la más calentita, la más suave, la más blandita. Las otras son lindas y las quiero, pero Fita…

- …pero Fita siempre es tu compañera.

- Sí, a todos lados la llevo conmigo y le cuento mis secretos.

- ¿Tenés muchos secretos que le contás a Fita y a mí no me contás?

La niña sonrió entre pícara e intrigante.

- Algunos.

- Me gustaría conocer esos secretos – dijo el padre.

- ¡Paaaaapi! Son secretos – expresó la niña con la forma de decirle que los secretos no se cuentan.

El padre pensó que no debía seguir indagando sobre lo que la niña no quisiera decir. Le acarició la cabecita llena de sueños y con ternura le dijo:

- Vamos a prepararnos para bajar del colectivo que ya estamos llegando.

La niña tomó la mano extendida de su padre para seguirlo. Mientras, volvió a besar a su muñeca preferida.

En la primer parada bajaron.

Caminaron en silencio algunas cuadras.

La mañana brillante de sol los acompañaba.

Entraron al cementerio y con paso decidido caminaron hacia una tumba.

La foto de la esposa y de la madre y el recuerdo, hizo recorrer una lágrima en ambos rostros.

El padre acarició dulcemente a su hija.

La hija apretó fuertemente a Fita y la volvió a oler y a besar.

- Papi ¿te puedo contar un secreto?

- Claro

- Ya sé por qué quiero más a Fita

- ¿Por qué?

- Porque tiene el olor de mamá.



22-06-11

Diálogo

- Te pido por favor que la próxima vez que vuelvas a besarme, no me llenes de estrellas, no despliegues la luna sobre mi pecho y no me exiles al campo de la irracionalidad con tus sentidos. Mi corazón es débil, temo morir ante tanto despliegue de cariño.

- ¿Y cómo puedo no hacerlo? . Es tu piel de brisa que me sincera pleno, para arrollar entero mi continente de mundos en tu contenido de sueños.

- ¡No me digas más! ¡No lo hagas! Mi contenido de sueños sueña que sueña en tu continente de cielos. Temo explotar de emoción, y mañana, cuando no estés aquí para acariciar mi piel con tu susurro interno, lloraré de tristeza por extrañarte tanto o por desear la magnitud de ti atravesando mis poros.

- Yo memorizo una a una las células de ti cada vez que me poso en tu cuerpo, para recordarte mañana, tal cual eres, y así, regocijarme en tu existencia y acompañarme contigo en cada rasgo de mi vida.

- Yo también te memorizo en cada latido de tu sangre sobre el latido frío de mis sesos y me acompaño de ti, minuto a minuto, pero ¡¿qué puedo hacer cuando no estás si tanto te extraño?!

- Haz lo que yo: redescubre en el aire el aroma del cielo y respírame, y así me llevarás adentro. Como lo hago yo, que te respiro, cuando respiro el cielo.



22/06/11

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Triste de invierno

Era el día en que comenzaba el invierno de ese año.

Amaneció otoñalmente gris e invernalmente frío.

Un gorrión, posado en su ventana, emitía sonidos.

Sabía que ese día comenzaba el invierno sólo por haber visto la fecha en el calendario.

¿Qué diferencia había entre el día de ayer al de ese, si un día antes de ese invierno, el último día de otoño, era tan igual al primer día del comienzo de la nueva estación?

Se quedó observando a través del cristal de su ventana al pequeño animalito, mientras pensaba qué lo había atraído hacia ahí. Si su ventana, tan igual a cualquier ventana de cualquier edificio, no presentaba ningún atractivo.

Él lo miraba, creyendo que el gorrión también lo miraba a él de reojo. Pero el pájaro se había posado simplemente a descansar de su vuelo, y lo que miraba, era el reflejo de su propia imagen en movimiento sobre el cristal.

Y el cristal en medio, separando el frío externo de la calidez de su cuarto.

A ambos lados dos seres: uno reconociendo la existencia del otro, y el otro reconociendo su propia existencia a través del cansancio de su vuelo, de su trino, del plumaje refrenándole del frío.

Era el primer día del invierno de ese año, y tan triste se había despertado !!!

Añoraba en su piel el susurro de alguna caricia, y ya no le importaba cual. Era simplemente sentir recorrer por su cuerpo el suave latir de algún deseo, proveniente de alguien que lo deseara. Era la muerte a decir: ¨Soy Solo¨.

Todos somos solos en algún rincón y en el diario de la vida, aunque mil recorridos de rostros y de ojos o de compañías te digan: ¨No estás solo¨ . Y él sentía esa inmensa insatisfactoria soledad encima, como una tormenta de fuego quemándole la piel, piel acostumbrada a recorrido de aromas y de venas sobre el cuerpo.

Sola el ave del otro lado del cristal.

Solo él mirando y escuchando al animalejo cantar sus penas.

Golpeó levemente el vidrio, haciéndole señal al pájaro de que él, de este lado estaba.

El ave no se asustó. Miró tras el cristal desdibujando su propia imagen para asir, entre su pequeña mente, qué lo estaba llamando.

Sin movimientos bruscos, despacio, entreabrió su ventana.

El ave vio el espacio por donde comenzó a salir calor y la curiosidad lo embargó y se acercó tímido y temeroso. Escudriñó con su mirada hacia adentro. Vio otra imagen, la de un hombre desasido de sentido que requería a gritos su presencia, la única posible presencia en esa mañana del primer día de invierno de ese año. Despacio, muy despacio, tímido y lento se animó atravesar el umbral de la ventana y penetrar al mundo cálido donde el hombre quieto y silencioso lo esperaba.

Se posó sobre el borde interno y dio un casi receloso trino sonando dulce a los oídos del hombre.

Él no se movió para no espantarlo. No quería que aquella ave se fuera de ese encanto.

Silencio. Quietud. Se observaron, el pájaro con movimientos rápidos de cabeza, él simplemente quieto.

Saltó junto a la mesita cercana a la ventana acercándose al hombre.

A él, una lágrima se le soltó en su rostro desafiando el roce de la quietud del momento.

Silencio. Reconocieron ambos que no tenían por qué temerse el uno al otro.

El hombre desplazó su mano delicadamente hacia la mesa. El pájaro miró el movimiento.

Luego de nos instantes, con un pequeño salto, se posó sobre la palma abierta de la mano del hombre. Él sintió esas leves garras como suave caricia en su piel.

Las pequeñas y frágiles patas del ave se doblaron y se acurrucó en el hueco de esa mano que le daba calor.

Era el primer día de invierno de ese año, y fue un ave pequeña la que le dio el calor que necesitaba para enfrentar la fría y nueva estación que comenzaba.

21/06/11

Absurdo ?

Supuse que no iba a saber más qué decir. Me había quedado sin palabras. Buscaba hilvanar dentro de mi cerebro ideas con letras para expresar lo que sentía, pero estaba atónito, deslumbrado, casi como inconsciente ante aquella situación. Y me dejé llevar hasta que al fin, primero tímidamente y luego con énfasis comencé a hablar en voz alta:

- No puedo decir por qué, pero esto lo esperaba. Sabía que hoy sería un día distinto. No es común que uno vaya por la calle y que el que va delante se caiga al piso. Me acerque rápido a ver qué le pasó y me encuentro a la mujer que soñé toda la vida, aquí, caída, pálida, con gesto pacífico en el rostro y realmente no sé qué le pasó, si tropezó, se desmayó o está muerta.

Después de estos minutos de inacción y de sorpresa, acerqué mi rostro hacia su nariz para saber si respiraba. Un hilo de aliento tibio salió de ella, y ¡qué ganas de acariciar ese rostro desconocido pero tan inmerso en lo profundo de mis pensamientos !

Estamos solos en la calle. Comprobé que está viva. ¿Qué me impide acariciarle el rostro?. Si alguien me viera pensaría que estoy tratando de resucitarla. Si ella estuviera consciente sabría que estoy tratando de ayudarla.

Así fue como mi mano actuó. Al pasarla por su mejilla sentí su suave calor y ella abrió los ojos. Sus labios se ensancharon en una leve sonrisa y se abrieron para decir palabras:

- Estoy bien, gracias. Pude escuchar lo que dijiste.

Tenía sostenida su cabeza y sentí mi rostro enardecerse de vergüenza.

Nuevamente el silencio, el no saber qué decir, el ¿cómo actuar?.

La ayudé a incorporarse para que quede sentada.

- Me mareé y me caí – dijo sonriendo – No me pasa nunca, pero hoy me pasó. Yo tampoco sé por qué, pero sabía que hoy también para mí sería un día distinto.

Me miró, seguramente estudiando mi rostro con su mirada. Mientras que yo la seguía observando atónito, perdido entre los rasgos más profundos de sus ojos, donde alguna luz brillaba y donde quería perderme para conocer la fuente de la cual provenía.

- ¿Ya estás bien? – le pregunté.

Ella, sin despojarme de sus ojos sobre los míos, con el color en su rostro ya repuesto, y con su tierna y leve sonrisa me dijo:

- ¿Podrías profundizar a cerca de eso que dijiste?

No entendí primero a qué se refería pero me volví a sonrojar, por si había dicho algo que no debí. Mi rostro hizo un gesto de pregunta y de no saber qué me estaba preguntando. Ella lo notó.

- Sí, eso que dijiste sobre la mujer de tu vida.

No podía salir del estupor ni de la incomodidad que me proporcionaba el momento.

- ¿Estás segura que estás bien? – pregunté – Hay un bar en la esquina. Si vamos a tomar algo quizás te pongas mejor y recuperes fuerzas.

Ella sonrió asintiendo con la cabeza.

Hizo el ademán de pararse y la ayudé. Sentí en mi cuerpo la fragilidad de su persona mientras la ayudaba a ponerse de pie. Ya incorporada, me tomó fuerte de la mano y cuando lo hizo me miró y dijo:

- Para sentirme segura y no caerme.

Me la apretó más fuerte y empezamos a caminar hacia el bar en silencio, tomados de la mano.

El lugar era un sitio de borrachos que van a llorar sus penas sobre las mesas. Cuatro o cinco distribuidos entre ellas, hablándoles, en esa mañana, a sus soledades, sus amores idos, a sus odios internos o a sus broncas, a los deseos de ser felices y no tener que beber más para olvidar. ¿Quién sabe qué estarían viviendo o sintiendo?.

Elegimos una mesa cercana al ventanal de la calla, alejada de todas las presencias humanas que pudieran contaminar nuestro silencio, nuestra charla o nuestras miradas.

Ella pidió una gaseosa y yo un cortado. No dejaba de mirarme y yo me sentía tan intimidado que, mi actitud de siempre, de macho desafiante y conquistador, seductor tierno, se había perdido en el cruce sencillo de nuestros ojos.

Me sentía a gusto en silencio con ella.

Y ella no dejaba de mirarme, con una sonrisa en su rostro.

- No es común en la vida de una mujer – dijo – ir caminando por la calle y desvanecerte y al abrir los ojos encontrarte con tu príncipe azul, aquel que te rescata de tu sueño de miedo.

- No soy príncipe, ni soy azul – dije sonriendo

- Entonces mejor, porque así me doy cuenta de que no estoy soñando.

- ¿Y si fuera yo el que estuviera soñando?

- ¿Y si los dos soñáramos un rato?

- Si los dos soñáramos un rato – le dije atreviéndome – yo sería el que está adentro de tu sueño, y vos serías la que está dentro del mío, y podríamos crear y creernos la fantasía de que tu sueño no es sueño y de que el mío tampoco.

- ¿Algo así como creernos la fantasía de esta realidad?

- Algo así como creer que la realidad muchas veces tiene una magia y es la que estamos viviendo.

- Mágica fue tu caricia en mi rostro – afirmó.

- Mágico fue haberte encontrado caída delante de mis pies.

Nos miramos, nos sonreímos.

Mientras ella bebía su gaseosa y yo mi cortado, quedamos en silencio.

Después de un sorbo de bebida, dejó su mano derecha sobre la mesa y con un suspiro profundo, en el que quizás expresaba lo que sentía, miró hacia la calle por la ventana.

Sin titubear, sin vergüenza, con confianza y delicadeza, tomé su mano, sintiendo el suave calor de su sangre, y se la acaricié.

Sin mirarme respondió a mi caricia con el movimiento de su pulgar sobre mi mano.

- Quisiera que fuera siempre así – dijo – de sentirme tan bien con un desconocido.

- Es que no somos desconocidos – le afirmé.

Me miró y asintió y continué diciendo:

- Es que esto es de siempre y para siempre..

Los borrachos seguían en sus mesas entonando palabras ininteligibles.

Me paré de mi silla y me arrodillé junto a ella.

Le acaricié el rostro sin temor. Sentí su tenue estremecimiento en la piel. Me acerqué con mi rostro a su rostro y la besé.

La fantasía, los sueños y la ilusión se mojaron en la realidad de nuestros labios.

Y todo continuó siendo mágico, pero real.



19-06-11

La experiencia de Dios

Era cielo,
oscuro y claro y sin colores
y con todos los colores del universo
y con todo el universo en el sincolor,
y eran todos quienes estábamos
y era Todo
y era parte del Todo mi parte
y era
simplemente fuerza,
luz, sonido, vibración
danzando y navegando en medio
de aquella forma sin forma y sin estrellas,
entre estrellas que eran almas,
y ahí estaba
junto a todos,
junto a Dios,
siendo Dios
siendo yo
puro
alto
grande
elevado
sin ansias
sin esfuerzos
simple
simple
etéreamente eterno
era yo Dios
que estaba frente tuyo
diciéndote que era yo
que te tocaba
y que era yo Dios
porque somos TODO
también yo
que te miraba
y no quise volver
pero volví
y aquí estoy
CIELO
UNIVERSO
DIOS
tan áspero como antes
siendo el mismo
y con el mismo cuerpo
dañado por el deseo
teñido por la vida
bañado por la angustia
con el mismo cuerpo
con la misma alma
y Dios
la próxima
quiero seguir siendo

en la inmensidad
de tu existencia.

02/05/11

No vengas a mi entierro

No traigas flores a mi entierro,

no vengas nunca cuando ya esté muerto,

no reces oraciones sin sentido al alma que no tengo.

Quiero partir ahora

como las cosas lo quieran.

Derramar mi sangre pura en esta tierra hostil,

hostilizar mi cuerpo en el perfil de tu deseo,

perderme en la locura de no saber

más nada a cerca de las cosas

y no cosificar la vida que no alcanzo a comprender.

Deja que mi cuerpo se diluya

en le humo, en la gotas de lluvia,

en el sonar de una nota de piano,

en un atardecer tranquilo

o alguna madrugada.

¡Quiero partir ahora!

síiiii

a mi luna de lunes

o a mi mierda del miércoles

¡puedo partir ahora!

no pediré permiso a ningún dios

ni pediré a los ángeles que me acompañen al descenso.

¡No vengas a mi entierro!

te sabrá áspero

te sabrá insípido

...no soy nada.

07/04/11

Relato guarro de un día más de mierda.

Un día en Facebook les propuse a mis contactos sumarse y poner la palabra más horrible más guarra, más espantosa que les pareciera. Participaron: Paola, Lourdes, Meli, Luisa, Grace, Susy,Graciela, Ross, Monica Bonifazio, Patri Oyola, Mónica Suhurt, Sendero del Alma, Universo poético II , Marcia, Maite, Ceci, Carlos, Nes, Soni, Adri, Gerar. Quiero agradecerles el haber participado y gracias a esas palabras horribles construí este relato:

Relato guarro de un día más de mierda

¡Mierda! Ocho horas más de trabajo y nada. Como todos los días salgo asqueado de ver tanta HIPOCRESIA y tanta ENVIDIA. Ni un día en mi trabajo puedo encontrar en los ojos de los otros lo que buscan los míos. Por suerte, ya por hoy. Me voy a casa.

Decido volver caminando, total, no hay nada en plan. Miro las calles y me cruzo con tanta MARGINALIDAD, con tanta POBREZA, con la INDIGENCIA que se trasluce día a día y calle en calle cada vez más. Y pienso en la INJUSTICIA que sufren todos esos EXCLUIDOS, en el DESAMPARO que deben sentir viendo que tanta gente pasa a su lado con INDIFERENCIA.

Al fin llego a casa. Mientras me preparo un café prendo la tele y pongo las noticias. En un canal están hablando de la TORTURA y la GUERRA. No me detengo, no quiero escuchar eso hoy. En otro, los POLITICOS con su SOBERBIA y su BURLA hacia el pueblo generan (gracias a la enquistada CORRUPCION en sus métodos) DESNUTRICION y MORTALIDAD INFANTIL, ANALFABETISMO. ¡Qué asco me da! ¿Quién pensará en el pueblo realmente­? Y paso a otro canal y me lo encuentro a CHAVEZ con su discurso de IRRESPETO y CANALLADA. ¡Más de lo mismo! Y hoy no quiero eso. El control remoto de mi televisor no se frena casi en ningún sitio, por todos lados VIOLENCIA, MALTRATO, cosas que parecen moneda común en la vida diaria, MUERTE, DISCRIMINACION.

Apago la tele y miro mi teléfono. ¡Qué ganas que tengo de que suene hoy! Que alguien me llame, por favor, quiero una palabra linda, al menos un ¿cómo estás?

Lo miro y sigue quieto. ¿Y si llamo yo? Pero ¿a quién?. ¿A mi hermana, para que me cuente sus historias familiares? ¿A mi hermano, para que hable y hable de lo bien que le va en su trabajo? ¿A mis amigos Jorge, o Caro, o Martín, para escuchar sus historias? NO, hoy no, los quiero mucho a todos, pero hoy necesito otra cosa. No es TRAICION amigos, es que hoy necesito de otra cosa.

Tengo HAMBRE. Me preparo una SOPA. Me siento decidido a tomármela y ¡PUAJ!, ¡LA REPUTA MADRE QUE LO PARIO! Me salió asquerosa. La tiro a la mierda. Se me va el HAMBRE.

Me debato entre un rivotril y dormir hasta mañana o volver a salir de putas por ahí, como ayer, y anteayer y la semana pasada. Sí, algo que me levante el EGO apagado y muerto que tengo hoy. Me pregunto si ir al mismo puterío del otro día. Y no. No es INFIDELIDAD ni ENGAÑO, sólo quiero algo nuevo. Me meto en Internet, busco algún sitio.

Voy llegando mientras en mis pensamientos flota la idea de encontrar alguna puta nueva que sepa gritarme que soy lindo y buen cojedor. Sí, ¡cómo necesito eso hoy! Y cojo, pero el susurro de sus palabras no me llega, la MENTIRA en su orgasmo hasta casi me produce asco. Le pago. En mi interior la mando a LA RECONCHA DE SU MADRE (pobre, igual ella no tiene la culpa de mi INSATISFACCION) y me vuelvo caminando a casa. Es tarde ya. Mientras camino me doy cuenta que tanta PROMISCUIDAD que voy llevando me deja muy vacío e insatisfecho. Me lo dice mi pija, que todavía sigue dura. Pienso que voy a llegar a casa y me voy a hacer una buena paja, al menos, las putas de mis sueños saben dejarme más conforme y más tranquilo. Y así lo hago. Al acabar entre mis manos quedo en un SILENCIO ABSOLUTO.

¡Un día más en mi vida! Me digo. Sí. Seguramente mañana, o pasado, o el mes que viene o el próximo año, no sé, algún día encuentre en algún sitio una cabeza, un corazón, un alma, un algo que me acompañe y me llene y destruya esta maldita SOLEDAD.

31/03/11

MAMÁ 2 HIC

El día 27 de Marzo puse esto en mi muro de Facebook:
GENTE, a ver si hoy, durante todo el día, dejan una palabra, cualquiera, la indicada para el día de hoy. SOLO UNA LINDA PALABRA !!!!
A ese mensaje contestaron con una palabra mis amigos: Amelia Prieto, Cecilia Penna, Patricia Elabos, Julia Marini, Mirta Pelegrino, Viviana Monke, Susana Ruggiero, Gerardo Esteban, Graciela Amalfi, Gerardo Ciro Somma, Néstor Novellinos, Mónica Bonifazio, Silvia Verónica Papalardo, Grace Mc Loughlin, Clara Ferrando, Montse Fernández,María de Lourdes González, Gloria Recarey, Carlos Soto, Alma Ruth Soto, Hector Luis Rivero López, Patricia Gloria Oyola Bertolo.
Por la noche se me ocurrió encadenar todas esas palabras en forma de poema y salió lo siguiente:
(las palabras en mayúscula son las que fueron dejando)

MAMÁ 2 HIC

ENAMORADO, siempre ENAMORADO
de tus BESOS
de tu ABRAZO
de tu DULZURA
de tu CARICIA
de la AMISTAD que me BRINDAS
de tu HONESTIDAD
de tu AMOR
de tu VIDA
de la PAZ que das
a través de tu MAGIA

y....
ABRACADABRA
descubro el OCRE
de tu MUSICA
que VIVE en tu ILUSION
desde el INICIO
antes de EMBARULLAR mi copa de MALBEC.

CREATIVO en PLENITUD
aunándonos a DIOS
en el DESEO.

27/03/11



CHEEEEE, esto lo hicimos entre todos !!!!!
GRACIAS por sus palabras !!!!

Te dibujo

Te dibujo sobres espacios diferentes,
en la luna, en las estrellas,
en el mar y en este río turbio
con mis manos relucientes,
con mi boca en el ayuno de tu cuerpo,
con mi cuerpo en la dulzura de tu boca,
con mis ojos saboreando tu locura.

Te dibujo
con dibujos de ángeles y sombras,
con dibujos de hojas otoñadas,
con dibujos de esferas de ternura,
con ternura en esa piel que se dilata y sorbe
cada trazo de mi lápiz
empeñado en dibujarte.

...y...
Te dibujo siempre,
como siempre te dibujo,
haciendo nido en tu cerebro
o en tu corazón que late acelerado y experto
a sensación de nada y todo.

Te dibujo
con sonrisa o lágrima,
con despuntes de soles,
con la cruda realidad del día a día.

Y es así como te dibujo esa alma
que atrapo y dejo libre,
y que en libre vuelo
con mi lápiz
te dibujo.

25/03/11

.

Nocturno en Marzo

Recorreré tu cuerpo
esta madrugada de marzo,
con las yemas tranquilas de mis dedos,
con las pupilas inquitas de mis ojos,
absorbiendo palmo a palmo
cada gota de luz de tu horizonte,
lamiendo
con los cinco sentidos
cada respiro suave de tu esencia.

Y dejaré que recorras
poro a poro mi suspiro,
mi rayito de sol en las tinieblas,
mi tiniebla más honda que te abosrbe,
y mi brindis de alma
que te auna en la piel danzante que te nombra
y nombre a nombre
piel a piel
deseo en deseo
nombre sin nombre,
haremos el amor
esta madrugada de marzo,
silentes,
suaves,
dulces,
apasionados
y simplemente
unidos.

9/3/11

Vení, vamos a jugar

Vení. Vamos a jugar un juego diferente.
No es fácil ni difícil.
Sentate en el lugar y la postura más cómoda que quieras.
Relajate.
Sacá de tu cabeza los pensamientos que te vienen.
Olvidate.
Olvidate de ahora, de ayer y de mañana.
Olvidá tu historia y en lo posible hasta tu nombre.
Olvidate del nombre de las cosas y si las cosas vienen a tu cabeza, que vengan como son, sin nombre.
Olvidate de las palabras.
No nombres ni quieras identificar nada con nada.
Olvidate del idioma, del japonés, del inglés, del castellano, del portugués, del argentino, del italiano.
Olvidate de los gestos.
Olvidate de los símbolos.
Tratá de vaciar del contenido humano todo.
Vaciá de datos.
Vaciáte.
Percibí simplemente el mundo como viene.
Limitate a sentir y a percibir simple.
Sólo así te encontrarás contigo mismo.
Sólo así te encontrarás con tu alma.

13/03/11

Dios Santo

Dios Santo
no me mires así.

Dios Santo
no te pido perdón.

Dios Santo
¿ Sabías tú, cuando me creaste,
que atrás de mi sonrisa de angel perturbado
escondía mi llanto de diablo malogrado?

Dios Santo
no perdones de mí nada
ni condenes al infierno
de lo que mis lágrimas manan,
sólo déjame ser
este simple humano
que se regocija en la piel,
el deseo, la pasión y la lujuria
y un poquito también de estrella
en el mundo desabrido de los hombres.

Dios Santo
no me mires así.

02/03/11

Breve

Te recuerdo amando
mi suspiro breve,
mi brisa cortada,
mi pluma de sol,
mis suaves caricias,
mis ojos marrones,
mi boca de fuego,
mis manos de miel.


Me recuerdo amando
tus días de risa,
tus noches con sueños,
tu amor en mi amor,
tu paso sereno,
tu vida tranquila,
tu clara dulzura,
y aquella canción.


Nos recuerdo amando
los amaneceres
desayunos dulces
sábanas de piel.
Caminos de nubes
rondas de gorriones,
el sol del ocaso
y mi ser en tu ser.


¡ Te recuerdo amando
Me recuerdo amando
Nos recuerdo amando !
y amando seguimos
de la mano juntos
para acompañarnos,
por seguir amando.


28/02/11

.

Mi goce

Me entrego a tu deseo
te doy lo que quieras de mi cuerpo.
Quiero dejarme hacer lo que tú quieras,
lo que el deseo te lleve sobre mi piel salada.
Que sorbas mis sentidos gota a gota,
el placer de mi sémen ardiente
entre tus pechos,
mirar tu goce en mi goce
y mirar mi goce en tu goce...
la mirada
una sonrisa,
la caricia,
el silencio
y atrás
el sueño.

19/05/10

Noche de febrero

En la cálida noche de febrero
está tu aliento
que me acompaña,
y es justo y es certero
decirte lo que siento
dentro de mis entrañas:
son cosas buenas
son cosas santas
que dentro del alma nos enmarañan.
01/02/11.

El sabor del reto

No suelo encaramarme a grandes retos
pero los busco
y los encuentro
entre pasos de vida
con sudor en las manos
y ganas en lo nuevo.
Por eso trato
por eso sigo
por eso es que escribo este saboreto.
30/01/11

Mi primer SABORETO (que era Edueto)

En la cálida noche de noviembre
brilla la luna
y en luna está
el susurro del viento
y en el viento tu sueño
y en tu sueño de noche
mi sangre vibra
llena de cielo
de ese cielo inmenso de tu mirada.

11/2010

Historia del SABORETO

Un día, hablando con una amiga, me propuso inventar una nueva estructura poética.
Una vez inventada me dijo que debía llamarse EDUETO.
En su momento la creé con ese nombre.
Hice una estrofa de 9 versos con las siguientes cantidades de sílabas cada uno:
11-5-5-7-7-7-5-5-11
No es necesaria la rima.
Sólo importaba la métrica.
Es así como salió mi EDUETO.
Pero, con el correr de los días, se me ocurrió poner a disposición mi EDUETO en post de mi foro Sabor Artístico y en lugar de llamarlo EDUETO poder llamarlo SABORETO.
Sonaba a Sabor, por el nombre del foro, y a reto. Entonces se me ocurrió hacer un reto y envié un mensaje masivo para que todos jueguen y creen nuevos SABORETOS.
Así nació el SABORETO.
Muchísima gente se prendió al juego y comenzó a crear SABORETOS de diversas temáticas.

Encuentro

Estaba solo en casa.
Una llamada a mi celular.
Miro la pantalla, número desconocido.
No suelo atender llamados de números desconocidos, al menos en el primer intento. Pero soy tan curioso como los gatos y no puedo soportar no saber de qué se trata.
Dejo que siga sonando hasta que se canse. De seguro volverá a llamar. En su segundo intento atenderé.
Mi mañana no había comenzado bien. El calor del verano, la apatía de no querer levantarme, el no tener nada más que hacer que ir a trabajar por la tarde no me daba ganas de hacer nada en especial. Ni sentarme, ni pararme, ni salir, ni caminar, ni prepararme algo para tomar o comer, ni prender la radio y ni siquiera hablar con nadie.
Pero me entró curiosidad por tal llamado. Miré para ver el número de donde provenía la llamada y no estaba. Ni siquiera en la bandeja de registro de llamadas perdidas.
Esperé el segundo intento del desconocido.
Para mi asombro recibí un mensaje en vez de una llamada: TE VOY A VOLVER A LLAMAR. ATENDEME
Extraño mensaje del cual no quedaba registro de número.
Segundos después comenzó a sonar mi celular.
- ¿Quien habla? – dije con mi tono habitual de mal humor
- Nos conocemos mucho más de lo que creés – me dijo con una voz masculina que me sonó conocida pero al mismo tiempo no tanto. Voz con sorna.
- Bueno, decime quién sos.
- Te gustaría saberlo, pero no importa ahora. Lo único que te voy a decir es que te conozco mucho, sé lo que hacés, y hasta sé lo que pensás.
- Ja, ¿cómo puede ser eso? . Igual no me importa si no me decís quién sos.
- Sé que te importa, pero hoy no tenés ganas de hacer nada, ya lo sé, ni siquiera de pensar, así que no te voy a molestar. Sólo quiero decirte que estoy vigilándote.
- ¿Vigilándome? ¿Cuál es el sentido de que me vigiles?
- Tené paciencia. Ya vas a tener novedades mías.
Diciendo esas últimas palabras me cortó.
Busqué en el registro de llamadas para ver el número, pero no había quedado registrado.
Extraño todo, sí, demasiado extraño. Llamadas y mensajes de los cuales no quedan registro. Llamado para decirme que me conoce y me está vigilando. Claro, me puse a pensar cual podría ser el sentido de tal llamada y me imaginé aquellas trampas que hacen los que están en la cárcel, de llamar a cualquier celular diciendo que conocen a la persona, le sacan datos y luego envían a alguien que esté afuera para o bien robarle o bien sacarle dinero.
Igual, pensé , no tengo nada que ocultar, así que no me voy a hacer demasiado problema.
Después de expresarme estas palabras a mí mismo, me quedé pensando en si realmente era totalmente cierto que no tengo nada que ocultar. Y me llegaron tantos pensamientos que comencé a asustarme de que alguien pudiera conocerlos. Y este que llamó dijo que conoce hasta lo que pienso. Un cierto escalofrío comenzó a correr por mi sangre. Y se acabó la apatía de golpe y comencé a sentir un cosquilleo por el cuerpo. Llamé a la empresa de mi celular para preguntar por qué no quedaban registros de llamadas y mensajes recibidos, y ver cómo podía averiguar el número del último llamado recibido. Pero estas cosas me agobian: una máquina que contesta, para consultas marque 1, para comunicarse con un representante marque 2, para consultar su saldo marque 3…..y así seguía la maquinita hablando. Marco el 2 para comunicarme con un representante y la máquina responde:
¨En este momento todos los representantes se encuentran ocupados, el tiempo de demora es de 15 minutos.¨ Puffff, cansador, me aburren todas estas llamadas. Así que como me dí cuenta de que no conseguiría nada, directamente corté.
A penas corté me entró un mensaje de texto del número desconocido o mejor dicho, del sin número:
NO PIERDAS EL TIEMPO LLAMANDO A LA COMPAÑÍA, NO TE VAN A ACLARAR NADA
Me quedé casi como perplejo ante tal mensaje. El sabía lo que estaba haciendo yo.
Quise responderle con una pregunta tonta, como siempre: QUIEN SOS?
Pero al enviarlo me puso fallo de envío en el mensaje.
Y contestó con otro, diciendo: NO TE APRESURES EN SABER QUIEN SOY
¡Puta que sí sabe lo que estoy pensando !
Me aceleró el cerebro, la sangre y la postura. Comencé a sentirme nervioso, ansioso, con miedo. Quizás tuviera razón cuando me dijo que me estaba vigilando.
No cabía en mi pensamiento quién ni qué ni por qué estaba sucediendo esto, pero era real, me estaba pasando. Y había alterado mi día.
Traté de relajarme, de pensar, de ver de qué forma continuar si esto continuaba. Pero no me salía ninguna forma de acción ni de pensamiento.
Dejé que transcurriera el día, viendo morir las horas lentamente hasta llegar el momento de partir a mi trabajo. Pensé en eso, en que la vida a veces es un dejar matar las horas para llegar a algo. Pero en el transcurso de matarlas está la vida, los sentimientos, las acciones, la felicidad misma. Y mientras mato y mato tiempo se va la vida y el tiempo te termina matando, porque pintas canas, porque se arruga la piel, porque ….tantas cosas! Matar el tiempo para que el tiempo te mate con la muerte. Qué vida ridícula!!!
En una mañana apática un llamado telefónico me llenó de miedos, dudas e infelicidad.

Era la hora de prepararme para partir al trabajo.
Lo de siempre, afeitada, ducha, elegir la vestimenta, perfumarme y salir.
Una vez salido de la ducha me fui a vestir y comencé a dudar si ponerme la remera verde o la azul. Y el toc toc de mi celular sonó, el que avisa de los mensajes entrantes.
Corrí a mirar el celu y el mensaje del sin número decía: LA AZUL TE SIENTA BIEN.
Hijo de puta ! puteé en voz alta. ¿Cómo puede saber éste lo que estoy haciendo?
Me quedé sentado con mucha bronca en mi interior sabiendo de que alguien me estaba mirando desde alguna rendija que yo no podía descubrir cual era.
Tenía que terminar de vestirme y partir antes de que se hiciera más tarde para llegar a mi trabajo. Para llevarle la contra al mensaje me puse la remera verde.
Y salí a la calle hacia la parada del colectivo habitual, mirando para todos lados a ver si alguien me estaba vigilando o mirando. Las calles estaban desiertas, y el toc toc de mi celu volvió a sonar: AL FINAL TE PUSISTE LA VERDE, IGUAL YO SABIA QUE TE LA PONDRIAS.
No puede ser, me dije. No entiendo nada.
Mientras me dirigía hacia la parada del colectivo comencé a tener miedo de que en verdad supiera mis más íntimos secretos y mis pensamientos. Sí, tenía cosas que ocultar, como todo el mundo, cosas que uno no quiere que nadie las sepa ni compartirlas con ninguno. Es tremendo saber que alguien desconocido pueda saber y utilizar esas cosas para algún interés que seguramente no sería nada constructivo.
Me empecé a sentir muy nervioso, con mucho miedo. Esos miedos internos que te carcomen la mente y empañan el día a día y la vida misma. Y llegó mi colectivo. Mientras sacaba el boleto miré de reojo todos los asientos disponibles. El que yo usaba habitualmente estaba ocupado, y el único vacío era justamente el que estaba al lado del que siempre uso. Mientras caminaba por el pasillo mirando el asiento vacío, ví que la persona sentada junto a la ventanilla (en mi asiento habitual) tenía un porte conocido y parecía que estaba leyendo, con la cabeza hacia abajo. A cada paso, acercándome, ví que estaba escribiendo y para mi asombro, me parecía verme a mí mismo sentado en ese asiento.
Me senté a su lado y lo miré y era una copia exacta de mí. Era yo sentado ahí, con mis lentes puestos escribiendo en un cuaderno, el mismo cuaderno que utilizo yo para escribir.
Ni siquiera levantó la vista para mirarme cuando me senté. Siguió escribiendo. Le pegué un codazo para que levantara la vista y me mirara y poder entender mutuamente lo que estaba pasando.
No hizo nada a pesar del golpe con el codo que le dí. Yo quería que levantara la mirada.
Pero como no lo hizo, saqué mis lentes, le arranqué de sus manos su cuaderno (mi cuaderno), y leí lo escrito. Decía:
Me acaba de arrebatar mi cuaderno y ahora de seguro me mirará a los ojos.
Roté mi cabeza para mirarlo, y así encontramos nuestras miradas.

10-01-2011

Paisaje del Paraná

Corre que corre el Paraná bajo mis plantas,
como corren recuerdos por este cerebro abierto,
corre la vida entera y los momentos, de aquí
de allá, de ayer, de ahora y de mañana.
Mientras el Paraná corre que corre,
el verde y el sutil encanto de la tierra
me despejan la mirada,
abren mis ojos hacia el cielo eterno
y se me plagan los oídos del canto de las aves,
el zumbido de las avispas,
el croar de ranas
y el suave susurro del Paraná que corre y corre.

Corre que corre el pensamiento en mis neuronas,
van de la vida a la vida,
de todo lo sentido y aquello mal vivido,
de aquello mal actuado
hasta el perplejo sonido de la felicidad
que retumba y me tumba y me retumba
y en la tumba de muerte me renace la alegría y la esperanza.

Y mientras corre que corre el Paraná
con sus peces saltando por las aguas,
con el sol dorando sus pequeñas olas,
corro y corro de pasado a presente
y de presente a futuro
tratando de limpiar de hojas sucias
las aguas de mi vida.

Corre que corre el Paraná
Corre que corre la vida
¡No me quiero perder ningún espacio !

08/01/2011

.

Estoy buscando un poema

Estoy buscando un poema mío
que no encuentro en ningún lado,
quizás lo dejé tirado,
quizás me lo he olvidado,
pero en cada línea que encuentro
de tantos otros versos dados
veo que tengo tristezas,
depresiones, desencantos,
y hasta un sol que brilla frágil
entre las plumas de un pájaro.

Estoy buscando un poema mío
que he cantado tantos años
y que mi vida me ha dicho
que era mi mejor legado.
Y entre papeles y ruinas
no puedo aún encontrarlo
menos en estas neuronas
que no retienen ni un dato.

Quiero encontrar mi poema,
esas letras de mi alma,
que en un momento de vida
las puse al manto del viento
pero como no lo encuentro
sólo conformo mi estado
con haber escrito algo
a lo que me vi lanzado.

Es por eso este poema
que no dice nada raro
que sólo expresa en palabras
esto que estoy buscando
quizás sea esta alma,
con la excusa de un poema,
que se presenta tan clara
entre estas letras que manan
y largo también mi llanto
en esta tarde tranquila
en que la lluvia que cae
y mi tristeza escondida
sale por estos versos
a decir que estoy buscando
algún antiguo poema
y me estoy desesperando.

22/11/10

Cuando ya no esté aquí

Cuando ya no esté aquí
quiero que sepas que no quedará una noche
sin que salude tu silencio
desde mi brisa más leve.

Que acompañaré tus amaneceres
desde el rincón oculto
de mi espera
a la espera de que recuerdes
sólo lo bello
lo tierno y lo sensible
que dejé a tu lado sin que te dieras cuenta.

Que en la ausencia
no termina el uno ni comienza el otro,
sólo, y simplemente sólo
nos quedamos solos
oliendo el aroma esparcido en nuestras mentes.

Cuando ya no esté aquí,
no me olvides
como un sabor pasado
como una estrella apagada,
como un sinfin de espacios,
sólo estate presente aquí
donde el corazón te diga.

02/01/2011

Soneteando a Dios

Hoy se arrodilló Dios ante mis plantas
vino a pedirme perdón por su pecado,
vino a decir que estaba arrepentido
que equivocó sus pasos con el mundo.


Y pregunté por qué, qué lo llevaba
a hacerme confesiones tan profundas
y me dijo en palabras bien sinceras:
es el hambre, amigo, la pobreza,
las guerras, la desidia y la miseria,
es la pura inmundicia de esta tierra
que se aloja sutil en el humano.


No me pidas perdón mi Dios querido
tú no tienes la culpa de esta historia.

Y triste me miró con ojos yertos
y comprendí que de ambos es la culpa.

Pido perdón por no haberte preguntado
si querías estar en esta vida
y te pido perdón porque he creado
al mismo que me halaga y me mata
al mismo que me crea y me idolatra
al mismo que en su fuero más interno
lleva el alma de Dios y del infierno.


Hoy vino Dios a hincarse ante mis plantas
y comprendí que El no es más que Yo
en este averno
que el cielo y el infierno está en nosotros
y que la luz de Dios es pura cobardía.

23/11/10

Te dejo mis palabras

Te dejo mis palabras
para esparcirlas en la alfombra de tu cielo,
para que cuando estos pulmones
no puedan dar más latidos
que latan ellas
en el corazón profundo
de tu cerebro,
para que te acompañen con dicha
sabiendo que exististe siempre
en mi marejada de sueños,
que relucías al aire,
al viento,
a la vida
con tu sonrisa apegada
a las frases del tiempo.

Te dejo mis palabras
como dejé gota a gota
mi sémen esparcirse por tu cuerpo,
y disfrutaste del ansia
de sentirlo penetrar poro a poro
en cada latitud de tu estructura
y con palabras de sémen
te hago el amor
acariciando tus pétalos.

Te dejo hoy todas
y cada una de mis palabras
borrándome del día y de la noche
en lo posible
para que en ellas
aunque muera mi cuerpo
encuentres lo que fuimos
y lo que tenemos.

Te dejo mis palabras amor
te dejo mis palabras...

24-09-10

De adentro

Si crees que la vida te patea
piensa en esas veces que pateaste tu vida,
que pisoteaste tus sueños,
que agrediste tu cuerpo,
que fuiste infiel a tu esencia
y te perdiste en caminos
que creíste tu vida,
y entonces:
Patéate a tí mismo
Y Despierta
de la ilusión que creaste
de la ilusión que creiste
de la ilusión que te hicieron
y empieza desde adentro
a ser el que realemente eres
encargándote de veras
de tí
del que posees
más allá de tu cuerpo.

No dejes que la vida te patee,
patéate a tí mismo
y descubre en el fondo de tí
la razón de tu existencia.
No pidas más perdones
y aprende a perdonarte.
Perdona no saber
que la felicidad no estaba en cosas
ni en personas, ni en momentos,
sólo dentro de tí
esperando a que la goces.
No hagas cargo de tí
los pecados de otros
y tus propios pecados
cuales fueran
transfórmalos en vivencias
y no los sufras más
déjalos ir como gaviotas
endulzando tu cielo.

No llores por lo que ya
no puedes remediar
sonríe por lo que puedas crear.

No trates ya de encontrar
el tiempo que perdiste,
más bien trata de encontrarte
en el tiempo que tienes.

No busques las sonrisas de los otros
entragales las tuyas
radiante y sincera
y tu mundo cambiará.

Cuando creas que Dios te ha abandonado
no lo busques afuera en paraísos,
búscalo en tí
y desde ahí
procede al nuevo día.

06-07-2010

Viva la poesía

Si vivo con alondras
alborotandome el sentimiento y los sentidos,
y con ángeles
volándome en torno al interior más supremo
de mí mismo,
si vivo de esta forma
VIVO LA POESIA.

Si vivo con atardeceres
y soles amanecidos
cada día y cada instante
de mediodías palpitantes
y con los sueños transidos hacia el infinito
VIVO LA POESIA

pues por qué no decir entonces
VIVA LA POESIA

Si VIVIENDO LA POESIA
se es más libre en el universo de los vientos
acompañando la vida
hacia un camino más llevadero.

Por eso digo siempre
VIVA LA POESIA !!!!

05/07/2010

Aquelarre

Los demonios de mi mente
piden danzar en aquelarre esta noche.
Quieren jugarse fuerte al compás
de mis tristezas
dejando escapar las culpas
y silenciando sueños
sin angustias,
embebidos de etílicas sangres sin nombres
y con nombres en sangre por bañarse.

Los demonios de mí
se salen de su vaina
para danzar al son de la alegría
sin mirar pasados
ni pretender futuros
sólo danzar el ahora
con rabia,
con locura,
con lento fuego
calcinando mi hoguera
para quemar mi alma
en aquelarre de sueños.

10/11/09

Vamos?

Vamos
te invito
a que visites mi cama
y te pasees por la sábana cálida
que me envuelve por las noches
y por se sueño sutil y fantaseoso
que cria ángeles en un corral
iluminado de cientos de poemas
y rodeado de claras noches
con estrellas firmemente brillantes.

Vamos
te invito
a que recorramos juntos
cada sitio distante de mi cuerpo
desde el pelo raído en mi cabeza
hasta el átomo pequeño que se
infiere en esa célula que lleva
mi sangre alucinada hasta el polvo
raído de mi cerebro.

Vamos
te invito
a caminar conmigo
por unas calles pequeñas
plantada de árboles verdes
y de pájaros cantantes
que nos guíen
a través
de un silencio de palabras
y
desplegando
una millonada de miradas
mutuas
que nos digan de todo
hasta cómo está el sentido común
de estos corazones.

Vamos
te sugiero un espacio diferente
allí donde encontrarnos
tranquilos y soberbios
soberbiando las fauces de nuestros cuerpos
soberbiando la luz de nuestra dichas
te sugiero ese mundo
distante de distinto
y donde no se escapan las ganas.

Vamos?
Te animás?
Emprendamos un camino
del que no sé si vamos o llegamos
pero emprendamoslo
dándole simplemente aliento
al sonido
de nuestra alma.

31/05/10
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El Río de la Plata y yo

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