Nocturno sangre

Conjugo el verbo sangre
sobre los poros abiertos de tu cuerpo,
dejándote sorber
lo más profundo de mi esencia
con el extremo silencioso de tus labios.

Conjugo el verbo sangre
rojo caliente, apasionado
delirante y tierno
de mi doliente existencia
que se bautiza en tu mirada añeja día a día
y me descubre siempre nuevo
en el latir de unos geranios.

Conjugo el verbo sangre
en tu pasado ardiente
con mi nombre plasmado en cada una de tus células,
en tu presente sabio
de tanto ser acumulado
y sobre tu devenir sincero sin sorpresas.

Conjugo el verbo sangre
en tus mañanas predispuestas
a la ternura y a las risas,
sobre el fiel reflejo de tus ojos
que me devuelven la imágen
de mi santa estructura.

Conjugo el verbo sangre
en esta noche de luna,
sobre el silencio cálido del tiempo,
entre tu nombre y el mío
como venas de un cuerpo
en que la sangre late.

23/02/10

3 comentarios:

Amelienet, sueños e ilusiones dijo...

Eduardo, la sangre que nos corre por las venas es el motor de nuestras vidas. Por ella, tenemos el calor preciso para que la llama del amor se encienda y la bomba de la pasión estalle en mil pedazos incandescentes.

Un abrazote fuerte con mi amistad y admiración.

Amparo dijo...

mi querido amigo, aún no he desaparecio, esoty aquí, pero soy incorregible, pero me gusta tanto este poema que lo enviaré grabado.
Como estás campeón? ya veo que pintando palaras maravillosas.

Besos de colores querido amigo. Ampi

Carpe diem

Beatriz Ojeda dijo...

QUERIDO EDUARDO:Maravilloso y apasionado poema.
Es un placer leerte aquí, en tu blog.
En el foro no es lo mismo.
Me he dado un banquete de buena poesía!!!!!!!
mil besos Beatriz
VISITAME CUANDO PUEDAS
http://beatrizojedapoemas.blogspot.com

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El Río de la Plata y yo

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