Preguntale a las ramas de los árboles,
o a las piedras, o al sol si lo prefieres...
Preguntale en silencio a todas las estrellas
y diles despacito lo que sientes...
Dile si me viste bailar sobre tu tristeza
o que creíste que me afanaba con tu llanto...
Preguntale a esa flor del cielo que nos mira
si alguna vez, en mis pecados, me he reído de tí...
Preguntale y sabrás que siempre siempre
en cada penumbra de mis pasos
y en cada duda en que me anclaba
o en cada alegría en que me encontraba
estabas tú
porque tú
más que tú
y sólo tú
puede saber
lo que mi piel palpita.
16/07/08
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3 comentarios:
Eduardo, este es uno de tus muchos poemas que me gustan. Gracias por seguir componiendo. Voy a la calle y le preguntaré a las estrellas...
Un abrazo.
Bello poema, me gustó mucho el final.
Un placer leerte.
Volveré
Cariños
Beatriz
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